Crisis educativa: comienza la polémica reforma en la Primaria

El sistema está en la mira por su deterioro. La Provincia elaboró una guía para que inspectores y directores de escuelas instrumenten los cambios en el régimen académico, que contempla la eliminación de las calificaciones relacionadas con aplazos y la posibilidad de llevarse una previa

Pese a la gran controversia que se generó, avanza la implementación del nuevo régimen académico de las escuelas primarias de gestión estatal y de gestión privada de la Provincia. Prevé, entre otros puntos, que en el primer ciclo de la educación primaria (1º a 3 año) ya no podrá incluirse la calificación “aun no satisfactorio” para dar cuenta que un alumno ha desaprobado alguna de las áreas educativas que forman parte del diseño curricular: prácticas de lenguaje, matemática, ciencias naturales, ciencias sociales, educación artística y educación física. Una medida similar se implementará  en el segundo ciclo (4º, 5º y 6 º año), cuyos docentes sólo podrán utilizar calificaciones numéricas de 4 a 10. Es decir, no podrán incluir en las libretas de trayectoria escolar, que reemplazan a los tradicionales boletines, los números asociados tradicionalmente con los aplazos como son 1, 2 y 3.

Si bien está previsto que la nueva normativa entre en vigencia integralmente a partir del 2 de marzo, cuando comience el ciclo lectivo 2015, desde la dirección de Escuelas de la Provincia dijeron a Hoy que las nuevas disposiciones empezarán a vislumbrarse a partir del 11 de febrero cuando los inspectores, directores de escuelas y docentes comiencen a trabajar con una guía que fue elaborada por la cartera educativa. En ese contexto, en las escuelas existen muchas dudas acerca de la nueva modalidad creada para reemplazar los compensatorios (utilizados para los alumnos pueda acreditar los saberes de las áreas desaprobadas durante el año), que pasaron a denominarse “períodos extendidos de enseñanza”.  Con la nueva normativa el compensatorio de diciembre (se utilizaba para los alumnos del segundo ciclo que obtenían entre 4 y 6 puntos en el informe final del año) dejó de existir, y sólo se instrumentará esa instancia en febrero, dos semanas antes del inicio del ciclo lectivo, otorgando amplísimas facilidades para la promoción. Por ejemplo, “se postergará la acreditación del año en curso hasta el último día hábil anterior al inicio del ciclo” y se les permitirá a los alumnos de 2º a  5º pasar de año teniendo hasta un área desaprobada, algo que estaba prohibido con la normativa anterior. Hasta el momento, no está previsto de qué forma deberá acreditar saberes los que se lleven una previa: sólo está previsto la instrumentación de proyectos pedagógicos especiales, pero sin evaluaciones. 

“Esta disposición entrará en vigencia recién a partir del 2 de marzo. En febrero seguirá vigente el criterio anterior: si un chico de primaria se queda con una previa, repetirá”, le dijo a Hoy el secretario de Educación, Néstor Ribet (ver aparte).

La normativa en cuestión generó -y sigue generando- una fuerte controversia ya que distintos especialistas e integrantes de la comunidad educativa la calificaron como un ariete más del proceso de deterioro de los niveles de calidad y exigencia que se viene registrando en el sistema educativo desde los años 90. Algunos indicadores hablan por sí solos: los bochazos se masifican en los cursos de ingreso a la Universidad, mientras que en las pruebas internacionales, los alumnos argentinos muestran una performance cada vez más deficientes en lengua y matemática.

Todo esto se registra en un marco donde la tarea del educador ha perdido autoridad y se ha proletarizado. En la Provincia se llegó al extremo de que hay hasta 5 docentes por cargo. Por ello la escuela pública dejó de ser el lugar de excelencia para la transmisión del saber, para convertirse en un mero ámbito de contención, donde millones de niños sólo concurren para recibir el único plato de comida del día.

“Se instauró un modelo de exclusión social en el cual los pobres sólo sirven para votar pero no para cambiar de clase emergiendo socioeconómicamente en base a una buena educación”, dijo a Hoy Alieto Guadagni, integrante de la Academia Nacional de Educación y ex ministro de Economía bonaerense. Agregó: “Los gobiernos han usado una palabra espantosa para definir a la educación y la labor del docente, que es ´contener´, cuando la escuela no se hizo para contener, la escuela se hizo para educar. Los que contienen son las guarderías, los depósitos. Las consecuencias son que los docentes tienen que abarcar áreas para las que no han sido preparados y terminan con una enorme cantidad de licencias psicológicas y por stress, que perjudica el andamiaje del sistema educativo”.

Guadagni alertó que se está incumpliendo la normativa vigente que obliga a tener el 30 por ciento de los chicos en jornada escolar extendida. “El conurbano tiene sólo el 2 o 3 por ciento. ¿Cuántos días de clases tuvieron este año que pasó los chicos en las escuelas públicas de la provincia?. No llegaron a los 180 días, entonces incumplieron la Ley que dice que tienen que ser 180 y si no es así por distintos motivos hay que recuperarlos, ¿Por qué no le hicieron? Sencillamente porque no les importa”, concluyó el especialista.

En definitiva, si Sarmiento se levantara de su tumba y viera el presente educativo, no tardaría en estallar de ira.

En la Provincia, son optimistas con la reforma

Ante una consulta de Hoy, el subsecretario de educación bonaerense, Néstor Ribet, afirmó que “hemos trabajado intensamente en octubre, noviembre y diciembre para que las modificaciones en el régimen académica se puedan aplicar de forma adecuada”.
Ante las críticas de los especialistas a la reforma, Ribet sostuvo que “el nuevo sistema apunta a fortalecer y potenciar la tarea del docente, como así también a la contención y al aprendizaje del alumno”.
Ribet también remarcó que “los cambios para aquellos alumnos que queden con algún área sin aprobar comenzarán a regir a partir del 2 de marzo. Por eso, en este año, trabajaremos en la estrategia metodológica e institucional, en la planificación, las pautas, y los criterios que se utilizarán para que esos alumnos puedan recuperan y acreditar los saberes”.