Las subas son de 250% y 300%

Desde el lunes, comienzan a regir aumentos en la luz

Se prevén subas de entre el 200% y 350% para los sectores de mayor consumo. El Estado subsidiará el total de las tarifas a los hogares de menores ingresos. El impacto se sentirá en las facturas de marzo

Al erigirse como el nombre del cambio, Mauricio Macri sabía que reparar la herencia K iba a tener sus costos. El electorado, por su parte, votó terminar con aquella fiesta del despilfarro. Y así, para empezar a corregir uno de los resabios más grandes de la última década, ayer el gobierno publicó en el Boletín Oficial la resolución 6/2016 firmada por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, que avanza en una de las medidas más anunciadas por Cambiemos y postergada durante los 12 años K: el primer aumento en los precios mayoristas de la energía, que regirá desde el lunes 1º de febrero hasta el 30 de abril, y cuyo impacto se materializará en las facturas de marzo.

La medida alcanzará a unos 32 millones de usuarios y, según se estima, las subas -dependiendo de cada hogar- rondarán entre el 200% y 350%, afectando a los sectores de mayor consumo. El incremento tiene como objetivo reducir los subsidios del Estado hacia el sector, aunque mantendrá la tarifa social (Ver más abajo).

Así, el gobierno dispuso que los denominados Precios de Referencia de la Energía en el Mercado para quienes no alcancen los 300 kw (una casa de clase media, con cuatro integrantes, por ejemplo), en horas pico (entre las 13 y 17.30; y entre 19 y 22.30), sea de $ 321,39; en horas restantes $ 317,09; y en horas valle $312,26. Según los especialistas, ese valor había sido congelado en poco más de $ 70, a costa de agravar un déficit fiscal que en 2015 rondó los $ 400 mil millones y que el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, se propone reducir.

En tanto, para consumos superiores a 300 kw, el precio de referencia, en horas pico, será de $773, 02; en horas restantes, de $ 768,72; y en horas valle, de $763,89.

A su vez, para incentivar el ahorro energético, se indicó que para los que consuman 10 kilovatios menos que igual mes del año anterior y hayan registrado una reducción de entre el 10% y el 20%, el precio de la tarifa eléctrica será de 251,39 (mw/h) en hora pico; 247,09 en hora restantes, y 242,26 en horas valle. Para quienes registren un ahorro mayor al 20%, en comparación con el mismo mes de 2015, la tarifa eléctrica será de $ 201,39 (mw/h) en horas pico; 197,09 en horas restantes, y 192,26 en horas valle.

Los alcances de la tarifa social

En cuanto a la tarifa social, se especificó que “hasta un consumo mensual de 150 kilovatios/hora por mes” los precios de referencia serán cero; quienes excedan ese consumo, deberán abonar una tarifa de $ 31,39 (mw/h) en horas pico; 27,09 en horas restantes y 22,26 en horas valle.

La cantidad de hogares que tendrán derecho a acceder a esta tarifa subsidiada (aproximadamente el 20% de la población) la determinará el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Carolina Stanley. Los beneficiarios serán quienes reciban planes sociales o personas sin recursos. En tanto, para el otro 20% de la población que no llega a ser pobre pero está en el último escalón de la clase media -trabajadores informales-, los aumentos serían progresivos.

“Ante el desfasaje existente entre los costos reales y los precios vigentes, y considerando las posibildiades de pago de los usuarios y la conveniencia de prevenir un impacto negativo en la economía nacional, resulta necesario sancionar un precio estacional único a nivel nacional para el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) todavía sensiblemente menor al costo real de abastecimiento del sistema”, argumentó el Ejecutivo a través de la Resolución, y recordó que “el 16 de diciembre de 2015 se declaró la emergencia del Sector Eléctrico Nacional hasta el 31 de diciembre de 2017, en cuyo contexto se instruyó al Ministerio de Energía a elaborar un programa de acciones necesarias […] con el fin de adecuar la calidad y seguridad del suministro eléctrico y garantizar la prestación [...] de electricidad en condiciones técnicas y económicamente adecuadas”.

“La medida puede impactar en la inflación”

Por Héctor Polino (Titular de Consumidores Libres)
Especial para Hoy

En algún momento se tenía que tomar la decisión política de quitar el subsidio a aquellos sectores sociales que, por sus niveles de ingresos, estaban en condiciones de pagar el valor de una tarifa plena. Pero esto es a condición de que se establezca la tarifa social para quienes no pueden costear los aumentos.

Porque la medida puede tener un impacto negativo en la inflación general, ya que los comercios e industrias podrían trasladar ese aumento a los precios. Además, va a reducir el poder de compra de los trabajadores y jubilados que viven de un ingreso fijo.

Pero faltan más datos, porque estos aumentos son a las empresas generadoras de electricidad. Todavía resta conocer qué va a pasar con las empresas distribuidoras, y conocer la tarifa social, a quiénes va a comprender ese subsidio, porque se trata de un servicio público esencial, de carácter universal, que debe llegar a todos los usuarios, independientemente de sus niveles de ingreso.

Hay que tener en cuenta que la tarifa se compone de: un 35% que corresponde a las empresas generadoras de electricidad; las compañías que transportan absorben el 5% del valor y las que los distribuyen, el 35%. El 20% restante son impuestos. Entonces, hay que esperar para ver cuál será el impacto total del ajuste.

“Ojalá sirva para mejorar el desorden kirchnerista”

Por Carlos Pierro (Expresidente de YPF y del Comité Argentino del Consejo Mundial de la Energía)
Especial para Hoy

Me parece razonable la decisión del gobierno, porque con las tarifas actuales, cualquiera podía superar los 600 kw/h por bimestre. Con los precios nuevos ese consumo se va a reducir.

Aún resta conocer el cuadro tarifario, pero ojalá sea justo y sirva para mejorar el desorden total que dejó el kirchnerismo. Para ayudar al consumo racional de la energía, no hay nada mejor que fijar una tarifa adecuada. Hay que reconocer que la energía tiene un costo que hay que pagar, y que en estos 12 años se mantuvo congelado, a costa de un deterioro fiscal impresionante.

Las tarifas estaban terriblemente atrasadas, era imposible trabajar con una tarifa así. Era un disparate que sólo podía estar en la mente de los pobres espíritus K.
Las peores consecuencias fueron que se incumplió con las normas, nos convertimos en un país incierto, por lo que los inversores nunca sabían cuándo iban a poder recuperar su inversión; con las tarifas anteriores era imposible mantener los costos mínimos de operación, las empresas necesitaban de los subsidios que le daba Nación para poder pagar los sueldos. Se hizo todo mal.

La realidad es que el sector eléctrico no podía mantenerse de esta manera. Sólo una sociedad irresponsable puede convencerse de que las cosas, tal como las planteaba el kirchnerismo, estaban bien.

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