Difunden estudio sobre las inundaciones en La Plata

El informe realizado por la Facultad de Ingeniería incluye un análisis del evento pluviométrico y de las obras realizadas. Recomendaciones

La Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) dio a conocer los resultados del estudio integral sobre la trágica inundación del pasado 2 de abril en la región.  El informe fue entregado a la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, al Ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires y a la Municipalidad de La Plata. Y también se envió una copia a la Justicia platense.

El estudio, que prácticamente no contiene críticas al gobierno nacional y fue elaborado en 45 días por encargo del ministerio que conduce el polémico Julio De Vido (en la mira por los negociados en torno a la obra pública), incluyó la implementación de un modelo matemático con el fin de reproducir la situación del trágico evento climático, ocasionado por precipitaciones de carácter extraordinario. Esto permitió cuantificar la incidencia de las obras (existentes y previstas por los organismos) sobre los niveles de anegamiento.

 “Los resultados obtenidos indicaron que la influencia de estas (obras) es poco significativa ante un evento como el mencionado. Ello es consistente con el hecho de que la tormenta registrada ese día excedió ampliamente a la que habitualmente es utilizada para el diseño de las obras”, lo que marca a su vez “la importancia de la gestión integral del sistema de desagües urbanos y la imprescindible complementación de las obras con medidas no estructurales en la prevención y atención de eventos extraordinarios”; dice el informe elaborado por profesionales de la carrera de Ingeniería Hidráulica, 

También establece que “el evento de precipitación del 2 de abril en las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada fue extraordinario. De hecho, su magnitud se ubicó por encima del máximo histórico registrado. A consecuencia de ello, se excedieron las capacidades de los arroyos en cuyas cuencas se asienta fundamentalmente la ciudad de La Plata. Las aguas, al extenderse hacia sus propias planicies de inundación y reocupar las huellas de sus antiguos cauces, produjeron el anegamiento de amplias zonas de la ciudad”.

 Como recomendación propone la realización, en forma urgente, de un Plan Maestro de Desagües Urbanos (PMDU) que comprenda desde la cuenca del arroyo Carnaval hasta la del arroyo Maldonado (partidos de La Plata, Berisso y Ensenada). “Este deberá contemplar, de modo armónico, medidas estructurales y no estructurales a fin de superar las carencias observadas en este informe”, agrega el documento.

También propone “revisar las acciones proyectadas hasta el presente, así como otras que son de uso para el manejo del drenaje hídrico urbano y rural (estructurales y no estructurales).

Asimismo, hace referencia a que “la red de estaciones meteorológicas en la región no resulta suficiente para caracterizar eventos muy intensos como el ocurrido en un ámbito urbano como el de la ciudad de La Plata y zonas aledañas, como tampoco resulta suficiente la red de alerta urbana en las ciudades de la región, por lo que se recomienda aumentar su densidad”.

EN FOCO

¿La universidad cooptada por el gobierno kirchnerista?

Se suele decir que en la Argentina la Universidad es libre, pública y gratuita. Es una mentira flagrante: la educación superior se financia con los impuestos que pagan los ciudadanos, incluidos los más pobres que abonan el 21% del IVA cada vez que compran un paquete de fideos y que difícilmente tengan posibilidad de pasar cerca de una facultad.

Además, el término “libre” deja mucho que desear cuando salen a la luz los vínculos políticos que atan a las instituciones universitarias que, en lugar de ser el reservorio del conocimiento, el prestigio académico y la investigación, terminan convirtiéndose en un apéndice más de un gobierno como el actual que está enfermo de poder, que no duda en avasallar las instituciones.

Peor aún, los funcionarios universitarios con cargos en el Rectorado y en los decanatos terminan ocupando lugares centrales en los actos de la Presidenta, como ocurrió hace algunos días en el Colegio Nacional de la UNLP, cuando la primera mandataria entregó un subsidio de 16 millones de pesos a una clínica privada, mientras en nuestra ciudad los hospitales públicos se caen a pedazos.

En este contexto debe entenderse como, luego de los tristes acontecimientos ocurridos durante las inundaciones del 2 de abril, ayer se haya dado a conocer un informe de la Facultad de Ingeniería que prácticamente no incluye ni un llamado de atención al gobierno nacional, cuando en los 10 años que lleva el kirchnerismo en la Casa Rosada  prácticamente no se ha hecho ni una sola obra hidráulica en la región. Se trata de inversiones públicas que, por su magnitud, solamente se pueden realizar con recursos federales.

Asimismo, llama poderosamente la atención que así como se hizo un estudio hidráulico, desde la Universidad no se haya propiciado ninguna investigación sobre lo que está ocurriendo en la Destilería de la empresa YPF. Allí, durante el temporal, explotó una planta de coque y desencadenó un incendio de proporciones que no ge­neró una catástrofe de milagro.

Tal como lo vienen informando este diario, distintos especialistas y ONG que se encargan de la defensa del medio am­biente vienen alertando de que el gobierno nacional no estaría haciendo las inversiones necesarias para moderar la contaminación (muchas paredes de la ciudad siguen teñidas de negro, producto de las emanaciones generadas el 2 de abril) y garantizar las mínimas condiciones de seguridad en el predio industrial, cuando es sabido que un incidente mayor en el catalítico, que es el corazón de la refinería, podría hacer volar por los aires una parte muy importante de La Plata.

Una parte importante de la centenaria Universidad platense fue cooptada por el kirchnerismo, pese que las listas K, en las elecciones de claustro universitario a los largo y ancho del país, suman papelón tras papelón.  

No fue casualidad que ayer, en un acto que precisamente fue organizado por YPF en la provincia de Mendoza, la presidenta Cristina Fernández se jactó por la creación, en los últimos años, de nueve universidades. La realidad es que la mayoría de estas casas de estudios, en lugar de formar profesionales para las carreras estratégicas que necesita el país, cumplen la mera función de ser cajas políticas para financiar militantes rentados que reproducen, como papagayos, la falacia del relato oficial.