El kirchnerismo nombró más de 300 militantes en Inteligencia

El macrismo “limpia” de camporistas la AFI

Las nuevas autoridades analizan los currículums de los espías de la ex Secretaría de Inteligencia en la que, antes de abandonar el poder, el kirchnerismo nombró a más de 300 militantes, varios de ellos oriundos de La Plata. Estalló la interna por las designaciones

"No hay área del Estado que no haya sido penetrada por La Cámpora”, coinciden en el macrismo, a poco más de una semana de haber asumido en el poder. Y es que a medida que toman funciones, los nuevos ministros y funcionarios no dejan de sorprenderse. Ante este panorama, las nuevas autoridades de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), el escribano Gustavo Arribas y la exdiputada del Pro, Silvina Majdalani, investigan los currículums de más de 2.500 espías de la ex SIDE, especialmente de los más de 300 que el último año nombró el kirchnerismo, todos ellos camporistas rentados, la mayoría sin título universitario ni formación secundaria, puestos al servicio de un organismo que espiaba a disidentes y opositores a Cristina Kirchner.

De esa nómina, al menos 14 eran oriundos o vivían en La Plata. Tal es el caso de Martín Alaniz, quien encabezó la lista (que finalmente perdió) de los candidatos a senadores provinciales del Frente para la Victoria por la Octava Sección Electoral. Este santacruceño es amigo de la infancia de Máximo Kirchner y desde hace algunos años está radicado en La Plata. En tanto, otra integrante de esa frustrada terna electoral fue Marisol Aranguren, que también accedió a un cargo en la AFI por ser parte de la mesa nacional del Movimiento de Unidad Popular (MUP), una agrupación K que es una suerte de hermana menor de La Cámpora.

Además, tal como informó Hoy oportunamente, entre los platenses que el exdirector Oscar Parrilli designó como espías K se encontrarían un periodista cercano a La Cámpora y un abogado -socio de un dirigente del área de cultura del club Estudiantes de La Plata- que ejerce funciones en nuestra ciudad y que apoyó a la lista kirchnerista que perdió las últimas elecciones del Colegio de Abogados de local. También de nuestra ciudad es Alicia Alonso, exdirectora de Programas de Gobierno y protegida de Parrilli. Ignorantes en materia de espionaje, todos estos militantes fueron a parar a segundos puestos en distintas direcciones de la Agencia, y hasta hoy siguen allí.

Para llevar a cabo con eficiencia su plan de lucha contra el narcotráfico, la trata, la pedofilia y el terrorismo internacional, la jefatura macrista de la AFI tiene decidido purgar de camporistas a la ex Secretaría de Inteligencia, hecho que ya desató la interna entre quienes aceptan con resignación la renuncia para dar lugar a una nueva camada y quienes pretenden resistir frente a los “nuevos”, haciendo “buena letra” ante la flamante administración y borrando todo rastro de fanatismo K. Algunos, incluso, se apuraron a bajar cuadros de Néstor y Cristina que en estos años decoraron las paredes del edificio sito en la calle 25 de mayo de la Capital Federal.

Pero esos gestos no bastarán. “La indicación del presidente es que la Agencia esté integrada por recursos humanos de gran nivel. Independientemente de la formación y de la ideología que se pueda tener, estamos evaluando en base a la profesionalidad y a la técnica. Los que reúnan esos requisitos se quedan. Y los que no, no”, aclaró Majdalani al asumir, en una clara diferenciación de lo que fue Inteligencia en tiempos de Cristina Kirchner, quien concretó una serie de despidos por “deslealtad” y echó, entre otros, al ex número dos de la ex SIDE, Francisco “Paco” Larcher y a Jaime Stiuso, el ex Director General de Operaciones y empleado del organismo desde 1972, que volvería desde Estados Unidos al país con ánimos de revancha.

Aquella fue una grosera maniobra de la expresidenta para reformar la estratégica Secretaría que durante años le fue servil e incorporar a centenares de novatos agentes filo K, peligrosamente enquistados en un área que el macrismo pretende dejar aséptica. 

“La purga”

Mientras los militantes de La Cámpora se debaten entre la renuncia, la resistencia y el “aguante desestabilizador”, la AFI se “renueva”. Como director de Finanzas fue designado Juan José Galea, un contador cercano al exsubjefe de la SIDE, Darío Richarte, y por encima de él, el operador radical Enrique “Coti” Nosiglia, que ya ocupó ese mismo puesto en el gobierno de la Alianza y que estuvo involucrado en el supuesto pago de coimas a senadores para aprobar la reforma laboral del año 2000.

Para el área de Crimen Organizado fue elegido el comisario retirado Edgardo Aoun, exdirector de Defensa y Protección al Consumidor porteño, y que sería cercano al excomisario federal Jorge “Fino” Palacios, algo que el gobierno se esforzó en desmentir.

Para la dirección de Contrainteligencia habrían designado a Dalmau Pereyra, de estrecha relación con hombres cercanos al ámbito de la Justicia.