En off / Escándalo en el IOMA: ¿se sabrá toda la verdad?

El escándalo por las irregularidades en el suministro de medicamentos oncológicos es una olla a presión que intenta ser controlada, de forma desesperada, por algunos funcionarios.

Hasta el momento, hay 10 detenidos, que seguirán tras las rejas por un tiempo prolongado. El único que aceptó declarar en sede judicial fue un visitador médico, mientras que el resto buscó escudarse en el silencio.

Ahora bien, en varios pasillos judiciales se comenta lo curioso de que las detenciones lleguen solamente hasta Marcelo Piergiacomi, alias “Pier”, que era subdirector del área Farmacia y Bioquímica de la obras social y al que las propias autoridades del IOMA calificaron, luego de estallar el escándalo, como “empleado de planta permanente”. Su jefe, en la estructura jerárquica de la obra social, es el director general de Prestaciones, Nicolás Vitale, que sigue en funciones.

También llamó mucho la atención que luego de más de un año y medio de investigación no se haya avanzando en las responsabilidades que tendrían otros funcionarios de mayor jerarquía en la estructura jerárquica del IOMA. En ese sentido, según afirmaron a Hoy algunas fuentes vinculadas a la denuncia, “en el tercer piso del IOMA llegó a funcionar un centro de acopio de medicamentos oncológicos de alto costo, con heladeras incluidas, desde donde las drogas eran derivadas al mercado negro”. 

Y agregaron: “empleados administrativos tenían acceso al sistema y podían cambiar los que auditaban profesionales médicos, que hacían las auditorias en papel. Todo lo que ocurrió no se podría haber realizado sin que se haya enterado los responsables de la Dirección General de Prestaciones y de la Dirección General de Administración del IOMA. Y lo mismo le cabe a todo el resto del directorio”.

Entre los funcionarios que estarían involucrados, que sospechosamente no fueron alcanzados por el accionar judicial, se encontraría una coordinadora que sería amiga personal de Giselle Fernández, la hermana de la presidenta Cristina Kirchner.

“La conducción del IOMA desoyó las advertencias sobre la corrupción que hoy se investiga  y decidió perseguir a quienes denunciábamos”, afirmó Idelmar Seillant, titular de la Asociación de Profesionales de la obra social, uno de los principales denunciantes de la causa.