Hacete amigo del juez

A cinco meses de abandonar el poder, el kirchnerismo se empeña en nombrar jueces, conjueces y fiscales de su riñón más íntimo. Una estrategia para lograr impunidad que impactará en la vida y hacienda de millones de argentinos

“Hacete amigo del juez;
no le des de qué quejarse;
pues siempre es güeno tener
palenque ande ir a rascarse”

La sentencia, escrita hace 143 años por José Hernández en su clásico Martín Fierro, es reveladora y profética del avasallamiento del kirchnerismo, en todos los niveles, pero sobre todo en la Justicia. El nombramiento de jueces, conjueces y fiscales amigos, sin competencia comprobable, con el caso paradigmático de la designación de Ernesto Kreplak -un hombre fuertemente ligado a La Cámpora-, al frente del Juzgado Federal Nº 3 de La Plata (Ver página 4); la creación de una insólita Cámara de apelaciones en Santa Cruz para favorecer al testaferro K Lázaro Báez, funcionarios y familiares de Cristina Kirchner; y la recientemente sancionada Ley de Subrogancias, que le otorga al Consejo de la Magistratura la atribución de designar, sin concurso, a jueces subrogantes que responden a Justicia Legítima, la agrupación de funcionarios del Poder Judicial adictos al Ejecutivo nacional, son pequeñas pero taxativas muestras del plan que cranea la presidenta a cinco meses de abandonar el poder: amasar la impunidad desde adentro, cooptar los poderes bajo el ala gubernamental, garantizarse su pleitesía, tener palenques donde rascarse, para caminar libre y tranquila más allá del 10 de diciembre.

Si sólo se tratase de una amistad inocente como en la infancia, sin intereses espurios, y si sólo afectara a dos y no a 44 millones de argentinos (a los que la primera mandataria dice apelar), estas líneas no tendrían sentido. Pero se trata de algo tan grave como la mano gubernamental regulando la Justicia, con posibilidades de fallar unilateralmente, militantemente a favor de los intereses de unos pocos y contra los de la mayoría.

“El nombramiento de jueces, sin tener en cuenta sus antecedentes, su idoneidad en el desempeño del cargo y considerando exclusivamente su pensamiento político afín al gobierno constituyen una forma de desarticular la institucionalidad de la República, porque se priva de independencia al Poder Judicial, cuya función básica es la de salvaguardar nuestros derechos controlando al órgano Ejecutivo y al Legislativo para que no incurran en un ejercicio abusivo del poder”, advirtió en diálogo con Hoy el abogado constitucionalista Gregorio Badeni.

Para el letrado, decisiones como estas afectan de sobremanera al ciudadano común en situaciones cotidianas como el mal cobro de impuestos; ilícitos cometidos por empresas estatales; “en un posible corralón, donde lo priven de sus ahorros para adoptar una política que responda a los lineamientos del Poder Ejecutivo en materia económica y con la cual esté de acuerdo el Poder Judicial; en hechos delictivos perpetrados por algún funcionario kirchnerista o por alguna asociación ilícita relacionada con el Ejecutivo, verá que no se hará justicia en su causa, como en ningún otro caso donde se toquen políticas del gobierno y quede involucrado el ciudadano común. En la medida en que nuestro interés legítimo sea opuesto al del kirchnerismo, vamos a vernos perjudicados por sus jueces afines”, alertó Badeni.

En momentos en que el kirchnerismo intenta allanar el camino para abandonar lo más hidalgamente posible el poder, en que designa y remueve magistrados a su antojo con el claro objetivo de garantizar su impunidad fuera de Balcarce 50, Badeni se esperanzó con que “estos jueces subrogantes (suplentes, que cubren el lugar de un juez titular cuando este renuncia, toma licencia, se excusa o no puede ejercer por otra causa) van a cesar en el momento en que se restablezca el orden republicano. Si el día de mañana el Consejo de la Magistratura deja de ser oficialista, lo más seguro es que esos jueces abandonen sus cargos”.

Pero en este reino del revés, minado por las dádivas y favoritismos que el poder dispensa entre sus acólitos, es difícil imaginar un futuro de iguales. Porque el kirchnerismo sentó un precedente ruin que será necesario desterrar a partir del 10 de diciembre si se quiere elevar a la Argentina al país que alguna vez fue.

“La falta de jueces independientes es una trampa mortal”

Para el exintegrante de la Cámara federal que juzgó a los jerarcas de la última dictadura militar, Ricardo Gil Lavedra, el nombramiento de jueces amigos atenta contra “el sistema democrático, que se asienta en la confianza y la credibilidad pública del Estado de derecho, y en que los jueces resuelvan sus casos con imparcialidad; la falta de independencia de los jueces es una trampa mortal”.

En este sentido, el exdiputado nacional por la UCR afirmó a Hoy que “tener a los jueces como apéndice de los intereses del Ejecutivo es la mejor manera de poner en peligro los derechos de todos, y esto se logra por el camino que ha elegido tomar este régimen de tinte populista con rasgos autoritarios”.

“La democracia se asienta en el principio básico de que todos somos iguales ante la ley, por lo que el poderoso también debe responder frente a ella; pero en un régimen de impunidad se corroe la vigencia del principio democrático”, concluyó Gil Lavedra.

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