Lavando y planchando culpas
En medio del escándalo por lavado de dinero que salpica al kirchnerismo, la presidenta estuvo en el Regimiento de Arana junto a unos lavarropas y tablas de planchar. Una escandalosa puesta en escena
E Gobierno nacional montó ayer por la tarde una escandalosa puesta en escena en el Regimiento de Infantería Mecanizada 7 "Coronel Conde", en Arana, para mostrar un andamiaje de ayuda humanitaria con la idea de tapar la realidad que se vivió en muchos barrios de la ciudad, en donde la asistencia gubernamental brilló por su ausencia tras el temporal.
La presidenta Cristina Fernández recorrió durante 45 minutos el predio donde funciona un centro de acopio y acondicionamiento de ropa para los damnificados de la región. Durante la transmisión en vivo de canal 7, que iba siguiendo su recorrido, la mandataria quedó enteramente en ridículo cuando se detuvo con especial interés en las zonas donde se encontraban los lavarropas y luego en el sector de planchado. Parece una burla que la jefa de estado realizara semejante escena en medio del escándalo generado por las denuncias de lavado de dinero que salpican al kirchnerismo y a sus empresarios amigos, particularmente Lázaro Báez.
Si bien toda la secuencia salió en vivo por la señal estatal, la agencia oficial Telam nunca publicó las polémicas fotos en donde se la ve posando junto a los lavarropas, previendo la lógica asociación de las imágenes con las investigaciones dadas a conocer en el último mes que muestran los negocios turbios del Gobierno con el dinero para obra pública.
Otra realidad
El montaje incluyó un coro de aplaudidores conformado por 60 militantes de La Cámpora, sumado a miles de paquetes de ropa que la presidenta describió como “lavada, planchada y lista para entregar”.
“Dije por Cadena Nacional que lo que más me desvelaba era que las cosas que habían entregado llegue a la gente. Todo esto que están viendo está para entregar. Quería que el pueblo argentino vea esto porque tantas veces han sido estafados que por eso quería venir para mostrar lo que estamos haciendo”, siguió.
Claramente, la presidenta buscaba lavar culpas. En toda la ciudad hubo quejas de los vecinos, sobre todo de los barrios más humildes, por la falta de asistencia por parte del Gobierno nacional. De hecho, nuestro diario publicó varias denuncias sobre el accionar de los punteros de La Cámpora, que acopiaban en sus unidades básicas la ropa, mercadería y colchones que debían llegar a los damnificados, y las repartían discrecionalmente.
Por otra parte, lo llamativo es que la mandataria sólo se refirió a la ropa. No hubo ni una sola palabra que mencionara la asistencia alimentaria y sanitaria, que fue la que más estuvo ausente en los barrios afectados, fundamentalmente en zonas como Altos de San Lorenzo, barrio El Carmen o la zona del Cementerio, a donde tras varios días después haberse producido el temporal todavía existían enormes carencias en esos aspectos.
La presidenta busca de esta forma correr la mirada sobre sus responsabilidades: las obras hidráulicas que durante los años de crecimiento económico a tasas chinas jamás se realizaron en la región, a pesar de las advertencias de la Facultad de Ingeniería , que podrían haber generado que las consecuencias del temporal fueran considerablemente menores.
EN FOCO/ El penoso rol del Ejército
Resulta realmente penoso el rol al que se ha visto reducido el Ejército nacional, producto de las políticas de destrucción en materia de defensa que, desde hace una década, viene llevando adelante el kirchnerismo.
Es muy triste ver como soldados y jefes militares fueron puestos a realizar tareas de lavado y planchado de aquellas donaciones distribuidas discrecionalmente por el kirchnerismo, utilizando para ello los mecanismos más infames del clientelismo político.
Para colmo, este gobierno que hoy denigra a las fuerzas armadas, es el principal responsable de la catástrofe que tuvo lugar en nuestra ciudad con las últimas inundaciones ya que no invirtió un solo peso para realizar las grandes obras de infraestructura hidráulica que se necesitan. Muchos de los recursos, que brillaron por su ausencia, son los que se terminaron fugando en los nefastos negociados realizados por los amigos del poder, a través de operaciones de lavado de dinero en paraísos fiscales.
Asimismo, el gobierno K le está faltando el respeto a la historia del Regimiento 7, que reside en nuestra ciudad desde 1912 (primero en lo que hoy es la plaza Islas Malvinas y actualmente en Arana). Pero cuyos inicios se remontan al ejército sanmartiano: fue creado el 21 de noviembre de 1810, durante la primera campaña del Alto Perú que encabezó el Padre de la Patria. Y tuvo un rol protagónico en batallas históricas para nuestra Independencia como fueron Sipe-Sipe, Chacabuco y Cancha Rayada.
Más recientemente, durante la guerra de Malvinas, este regimiento fue transportado al archipiélago del Atlántico Sur y fue asignado a la defensa de Puerto Argentino. Cumplió una destacada tarea, especialmente en la batalla más cruenta del conflicto bélico (Monte Longdon), siendo uno de los regimientos que más bajas sufrió.
El desprecio de los K es producto de una clara decisión política adoptada por un gobierno que ha reducido las fuerzas armadas, uno de los pilares fundamentales de la nacionalidad en casi todos los países del mundo, a su mínima expresión.
Por eso, nos encontramos absolutamente indefensos, teniendo un territorio plagado de riquezas naturales que se encuentran en la mira de las potencias extranjeras y de los intereses trasnacionales. Lamentablemente, si seguimos por este camino, cuando llegue la hora de defender lo que nos pertenece como argentinos, será demasiado tarde.
Familiares no pudieron expresarse
Un grupo de damnificados y familiares de víctimas del temporal fue ayer hasta el Regimiento de Infantería Mecanizada 7 de Arana, para intentar mostrar su descontento. Sólo dejaron entrar a dos, pero cuando quisieron desplegar una bandera fueron frenados enseguida por militantes de La Cámpora que le dijeron “esto no es un acto partidario”.
En la puerta del regimiento, sobre calle 173 y 640, el resto de los integrantes de asambleas barriales siguieron desde lejos el acto. Los manifestantes dijeron que reclaman "una investigación seria" por la cantidades de fallecidos que dejó el temporal y aseguraron que eran "74 y no 52", como reportó oficialmente el gobierno en base a la investigación judicial.
Asimismo, pidieron "protección para asambleístas que sufrieron amenazas" y "obras para mitigar las inundaciones futuras".
