Los verdaderos aumentos de Cristina

Bajo los 7 años de mandato de Cristina Fernández, los precios de los alimentos de la canasta básica se han disparado a niveles sorprendentes. Ejemplos que muestran claramente los efectos nocivos de la inflación negada por el gobierno

Un país sin producción, es un país destinado al fracaso y al decrecimiento permanente de sus riquezas. Esta máxima ha impactado de gran manera en la economía argentina de los últimos tiempos, principalmente desde la llegada de Cristina Fernández al poder allá por diciembre del 2007.

Nuestro país en los últimos siete años, ha visto subir en forma escandalosa el nivel de precios en los productos de la canasta básica de alimentos, con aumentos que trepan sólo en los dos períodos de Cristina Fernández a más del 500 por ciento, y en algunos productos en particular a más del 1100%.

En un relevamiento hecho por Hoy, y constatado por organizaciones de defensa del consumidor, se pudo ver el fuerte incremento que han tenido algunos productos. Por ejemplo la yerba mate de una marca de primera calidad, hace 7 años atrás salía $ 4,50 el kilo, y hoy ese mismo producto trepa a los $ 50, lo que representa un aumento del 1075%.

Algo similar pasa con el cuadril, que pasó de valer el kilo $ 9,25 en 2007, a salir ahora $ 102, una suba del 1102%; en el caso del pan el ascenso llega al 880%, ya que al asumir Cristina costaba $ 2,50 el kilo, y hoy sale $ 22. En otros productos los incrementos ascienden en niveles similares, caso los duraznos en almíbar (875%), azúcar (800%), asado (784%), falda (730%), leche en sachet (625%), queso cremoso (576%), papa (560%), tomates (550%), jabón en polvo (540%).

En diálogo con Hoy, el presidente de la Unión de Consumidores de Argentina, Fernando Blanco Muiño, señaló que “estos aumentos se ven también en otros sectores de la economía, si uno mira peajes, seguros, combustibles, lo que sucede es que la canasta básica alimentaria tiene un impacto en la economía familiarmente muy fuerte y se siente mucho más, pero lamentablemente en estos momentos el aumento de precios es generalizado”.

El representante de los consumidores aseguró que “hasta que el gobierno no asuma que acá hay inflación y es un tema de agenda prioritario y mientras el ministro Kicillof diga que esto no es preocupante, lamentablemente vamos a vivir con estos aumentos en los productos de la canasta básica”.

“El gobierno se niega a aceptar la inflación porque son funcionarios que arman su propia historia. Y como pasa siempre, la inflación es un impuesto que pagan los sectores más vulnerables y los jubilados que tienen haberes miserables que pierden el poder adquisitivo con estos fuertísimos niveles inflacionarios”, resaltó Blanco Muiño.

Lo que se trata el kirchnerismo es de negar la existencia de la inflación, condicionando así todas las variables de la economía, pero lejos de cumplir con este condicionamiento, lo que hacen es manejarse en un mercado real donde después los precios se disparan como se ha vivido en estos últimos 7 años, sufriendo los bolsillos de los trabajadores con una gradual y paulatina pérdida en el poder de compra familiar.

Un problema de nunca acabar

Los intermediarios es uno de los temas que más preocupa a los organismos de consumidores, que ven como sus movimientos hacen que los precios de los productos de la canasta básica de alimentos se disparen para arriba.

En la Argentina se le paga al productor de la yerba mate $ 13,30 y en góndola sale $ 55 el kilo, hay que ver entonces quién es el que se queda con esa rentabilidad y esos márgenes de ganancias, y el gobierno no se ha querido meter nunca en esto, porque hay un rol importante de los empresarios, ya que en la distribución las grandes cadenas de supermercados participan muchos de los empresarios que están ligados políticamente al kirchnerismo. 

Hasta que la Argentina no discuta y construya políticas públicas en este sentido, lamentablemente los aumentos de precios se van a mantener, y los productos más populares y usados por los argentinos seguirán incrementándose, perjudicando la vida diaria del ciudadano medio.