Polémico apoyo desde la UNLP a la reforma educativa

La dirección del Liceo Víctor Mercante y profesores de la Facultad de Humanidades salieron a respaldar el nuevo régimen académico de la Primaria que elimina aplazos y facilita promociones. En el Colegio Nacional, la iniciativa está bajo análisis. Hermetismo en la Escuela Anexa

Desde hace décadas, los colegios de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) son considerados de vanguardia. Y su prestigio les permitió hacer frente a los embates de los cambios educativos que se instrumentaron durante el menemismo.

Ahora bien, llamativamente,  algunos sectores de la Universidad se sumaron a la nueva “ola reformadora”, que consiste en quitarle todo tipo de exigencia a la educación pública bajo la excusa de la inclusión, con el claro objetivo de maquillar las estadísticas oficiales. Esta postura los pone en sintonía con el kirchnerismo que, durante la mal llamada década ganada, desarrolló políticas que dinamitaron el sistema al punto que muchos de los alumnos que egresan de la secundaria carecen de la capacidad de poder comprender textos simples y fracasan durante el primer año de la carrera universitaria.  Si a este panorama le agregamos que las futuras generaciones de estudiantes se formarán en una escuela primaria aún menos exigente, el futuro de la educación está en riesgo.

Lejos de atender esta realidad, desde la dirección del Liceo Víctor Mercante ayer se informó que las conducción de la institución educativa adhirió a la declaración del claustro de profesores del Departamento de Ciencias de la Educación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP. ¿En qué consiste esta postura? En un claro respaldo al nuevo régimen académico para la Escuela Primaria, establecido por la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, cuyas características fueron reveladas en exclusiva por el diario Hoy el pasado lunes 8 de septiembre.

"Frente al debate público suscitado por la aprobación de un régimen académico para la educación Primaria en la provincia de Buenos Aires, los representantes del claustro de profesores del Departamento de Ciencias de la Educación (UNLP) y su Dirección rechazamos los reclamos vacíos sobre la ‘exigencia' y el ‘facilismo', que sólo tienen como resultado generar un clima de hostilidad social contra las escuelas y el sistema educativo en general", plantea la declaración.

"El régimen académico aprobado incluye aspectos como las garantías para el ingreso, la movilidad y el egreso de la educación primaria, la asistencia, la articulación con el nivel inicial, con el nivel secundario y con otras modalidades del sistema educativo, la organización de la enseñanza y las normas de convivencia, junto con las regulaciones sobre la evaluación, promoción, calificación y certificación. De manera que la centración del debate en la eliminación de la escala 1-3 para el segundo ciclo descontextualiza la medida y contribuye así a confundir a la opinión pública", continúa el texto. María Constanza Erbetta, directora del Liceo y Lucas Demarco, vicedirector, explicaron al adherir que la postura de la declaración "se inscribe en los lineamientos político pedagógicos del actual proyecto de gestión" del colegio.

En tanto, en el Colegio Nacional, la reforma aún está bajo análisis. “Seguramente, en algún momento nos vamos a expedir, pero queremos interiorizarnos aún más sobre la cuestión”, le dijo a Hoy, la directora Ana García Munitis. Agregó: “En lo personal, considero que debe haber modificaciones en las formas de evaluación. Pero es necesario un debate profundo”.

En la Escuela Graduada Joaquín Víctor González (Anexa), el establecimiento educativo de la UNLP donde se cursa desde el nivel inicial hasta 6º año de la Primaria, hay un fuerte hermetismo. Su directora, Claudia Binaghi, evitó responder las consultas de nuestro diario, excusándose en una licencia médica, mientras que desde del colegio argumentaron, ayer por la tarde, que no estaba presente ninguna autoridad para atender el requerimiento.  La duda pasa por saber si los docentes de la Anexa adoptarán el nuevo sistema de evaluación, que consiste en no utilizar las calificaciones 1, 2 y 3 para los aplazos, se brinde la posibilidad de que los alumnos se lleven “una previa” y permitir que los alumnos repetidores puedan ser reubicados en el año correspondiente a su edad biológica. 

Si el fundador de la UNLP, Joaquín Víctor González, se levantara de su tumba y viera lo que está ocurriendo, no tardaría en poner el grito en el cielo.