Preocupación gremial: 600 metalúrgicos están suspendidos por la crisis

La UOM de Córdoba advirtió que más de 15 empresas se encuentran con problemas. En el sector automotriz y de autopartes se detectan caídas en la producción, las ventas y el patentamiento

La dirigencia del gremio metalúrgico de Córdoba advirtió ayer que persiste la "preocupación" por los empleos en el sector luego de que 15 empresas presentaran el denominado proceso preventivo de crisis, lo que implica la suspensión de cerca de 600 trabajadores.

El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica de Córdoba (UOM), Rubén Urbano, remarcó que "la preocupación continúa desde principio de año", cuando varias compañías de distintos rubros comenzaron a aplicar suspensiones al personal.

En las últimas semanas, según Urbano, "empezamos a ver empresas con problemas". "Hay más de 15 empresas  que presentaron el proceso preventivo de crisis", advirtió el sindicalista, y apuntó que desde la UOM cordobesa habían "hablado con las empresas con la finalidad de que se preserven los puestos de trabajo".

Al ser consultado sobre la cantidad de empleados que se encuentran perjudicados con esta situación, Urbano respondió que "las suspensiones afectan a alrededor de 600 trabajadores". A fines de mayo, la UOM realizó medidas de fuerza y una huelga que prácticamente paralizó a la provincia, dado que hubo piquetes y protestas en las calles. El gremio protestó en el centro cordobés y en plantas fabriles, a raíz de los despidos y suspensiones en terminales automotrices, autopartistas y metalúrgicas.

Economía en caída

En diálogo con Hoy, el economista, docente e investigador en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en la Universidad Nacional de Quilmes, Eduardo Lucita, contextualizó la situación: “Las últimas informaciones que dio el INDEC hablan de que ya estamos oficialmente en recesión. El último trimestre del año pasado y el primero de este año fueron negativos. Ya en el mes de mayo tanto la construcción como la industria tuvieron caídas de entre el 3 y el 4%”.

“La recesión se profundiza y es indudable que este problema del litigio jurídico con los fondos buitres y el juez Thomas Griesa le ponen un palo en la rueda a toda la cuestión económica”.

Además, remarcó: “En el caso concreto de la industria automotriz, que fue la que lideró el alza de los últimos años, ahora está liderando la baja. Ya hay caídas muy fuertes en la producción, en las ventas y en el patentamiento”.

Las complicaciones en el sector derivaron de la retracción en las importaciones del Brasil y el aumento en la alícuota del impuesto a los vehículos. A eso se sumaron dificultades de acceso a nuevas unidades por parte del público, debido al aumento en las tasas de interés de los planes de financiación, la devaluación y la inflación.

Complicaciones para autopartistas

En torno a las negociaciones que mantuvo el Gobierno con Brasil para intentar estimular el sector automotriz, el economista Eduardo Lucita aseguró a Hoy: “Es cierto que el Gobierno acaba de hacer un acuerdo con Brasil para modificar el ‘flex’. Se trata de un régimen en el cual por cada dólar que exportaba Argentina tenía que importar US$1,90 de Brasil, pero ahora el acuerdo es por US$1,40. Igualmente, esto es solo para los autos terminados”.

En ese sentido, destacó: “Este acuerdo puede mejorar un poco la cuestión, pero siempre y cuando se mejore la situación en Brasil, porque las estimaciones de la economía brasilera acaban de ser recalculadas a la baja para este año; va a crecer algo así como 1,6% nada más. La situación brasilera en realidad no ayuda para nada”.

Además, el docente e investigador apuntó: “Este acuerdo, que es para los autos terminados, no alcanza a las autopartes. Y el gran déficit de la industria automotriz argentina son justamente las autopartes”. En esa línea, señaló: “Si uno revisa ahora los conflictos sindicales que hay en GESTAMP, en LEAR, donde fuere, son todos conflictos de empresas de autopartes”.

En Quilmes hay otra fábrica en riesgo

La compañía norteamericana de autopartes Visteon Corporation anunció en la semana el cierre de su planta de Quilmes aduciendo que "no es financieramente viable" para continuar operando. A causa de esta decisión, un total de 240 empleados de la fábrica quedarían sin trabajo. 

Las negociaciones efectuadas entre el viernes y ayer entre la empresa y la Unión Obrera Metalúrgica habrían suspendido los despidos, pero por apenas tres meses. 

Mediante un comunicado, la firma había señalado que se resolvió cerrar esa unidad de operaciones después de una "detallada revisión de la planta, que ha experimentado bajas de la producción y que por varios años no ha sido financieramente sólida".

Y agregó que "opera en un mercado muy competitivo a nivel mundial y no puede sostener instalaciones como la de Quilmes que está operando a menos de su capacidad total, sin ninguna posibilidad de ganar nuevos negocios importantes".

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