Socios y negocios del ministro K

Durante una recorrida que hizo Hoy por Chivilcoy, distintos vecinos aseguraron estar asombrados acerca de cómo creció el patrimonio de los hermanos Lipera en los últimos años. 

En ese sentido, el vínculo entre Randazzo y los Lipera, remite directamente a Claudio y Mario Andreoli, productores agropecuarios estrechamente vinculados con el ministro del Interior, que han creado una suerte de imperio empresario en Chivilcoy mediante la compra de campos y distintas actividades agropecuarias. En la llamada “década ganada”, han conformado casi una veintena de sociedades comerciales.

En ese contexto, fuentes consultadas afirmaron tener sospechas de manejos poco claro respecto a las exportaciones que realiza Andreoli. Afirmaron que desde la Aduana seca, que funciona en el parque industrial de Chivilcoy, “se llenarían contenedores de soja haciéndolos pasar como productos con algún tipo de valor agregado, lo que permite evadir el pago de retenciones”. También hablan de supuestas triangulaciones con campos en Uruguay. Concretamente, se habla de que camiones repletos de soja que salen de Chivilcoy, irían a un campo del vecino país y desde allí volverían a salir para luego ser exportado desde puertos uruguayos, donde la carga impositiva es mucho más baja. 

Claudio Andreoli actualmente es dirigente de la Confederación General Empresaria (CGE), grupo ligado estrechamente con la Casa Rosada, y formó parte de los exóticos viajes de negocios que solía realizar el polémicos exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno

Arquitecto se despega de Randazzo

Adalberto Cavadini, que figura en la conformación de la firma Camicar junto a Florencio Randazzo, salió a despegarse del ministro de Interior y Transporte. En ese sentido, si bien confirmó a Hoy que formó parte de la empresa Camicar SRL, sostuvo que su vínculo comercial cesó en 2005.

Cavadini, de profesión arquitecto, también confirmó que le fue adjudicada la construcción de dos playones deportivos, pero remarcó que fue luego de haber sido licitada por la comuna local.

“Yo le estaba haciendo el proyecto y la dirección de obra al Sr. Carlos Lardapide para lo que iba a ser una heladería ´modelo´, con instalaciones de primera e incluso asesorados por un estudio de arquitectos de Buenos Aires especialistas en el rubro. Por eso la tradicional heladería de la ciudad se interesó mas tarde en el local. El Sr. Lardapide fallece pocos meses antes de inaugurarse la heladería, que por aquel entonces se llamaba Tambo. Luego contacté a la viuda con otro cliente mío (Fabián Michellis) que estaba interesado en el negocio. Los mismos llegan a un acuerdo y a los pocos meses de inaugurada la heladería, que se llamaba Tambo, me ofrecen integrar la sociedad para que aporte mis conocimientos y experiencia en el rubro gastronómico ya que ninguno de los integrantes de la sociedad contaba con experiencia en el tema y les estaba costando hacer funcionar el negocio. Es ahí cuando entro en la sociedad junto con el entonces socio de mi estudio de arquitectura, Leonardo Lipera”.

Cavadini contó que al poco tiempo se establece el Bingo Chivilcoy y, como la mayoría de los locales gastronómicos de la ciudad, la heladería pasó a ser un mal negocio. “Luego de varios intentos de reflotarla decidimos cerrar la heladería, y yo le vendo mi parte de la sociedad al Sr. Fabián Michellis. Luego ellos le alquilan el local a la heladería Trapani, la cual lo sigue ocupando actualmente”, agregó. 

Una aceitera que genera apagones

Para romper con los piquetes  que se realizaron en Chivilcoy en el año 2008, a causa de la resolución 125, el ministro del Interior les habría ofrecido a algunos productores agropecuarios que se hagan cargo de una aceitera a construirse en la localidad de Gorostiaga, ubicada 15 kilómetros de Chivilcoy.

Finalmente, la aceitera se construyó, pero no puede ponerse en funcionamiento. ¿El motivo? Como las instalaciones eléctricas de Gorostiaga no están en condiciones, cuando entra en acción la aceitera, todo el pueblo se queda luz. 

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