Un platense de clase media que se convirtió en millonario al instante

Leonardo Fariña era apenas un contador cuando su vida cambió por completo. El combo de fama, joyas y denuncias que lo puso en la mira

La vida del platense Leonardo Fariña, involucrado en el lavado de dinero de empresarios kirchneristas (más precisamente de Lázaro Báez), tiene múltiples aristas polémicas.

El testaferro del kirchnerismo nació en La Plata en 1986 en una cuna de clase media, fruto de la relación entre su madre -la profesora de Historia del Colegio Nacional, el Bachillerato de Bellas Artes y el Colegio Sagrado Corazón-, Liliana Seguí, y su padre, Jorge Manuel Fariña, que declaró ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) tener como actividad principal la de servicios inmobiliarios. Curiosamente, éste también figura como director suplente en la financiera de su hijo, Andrómeda Corporate Finance SA, cuya sede está emplazada en Avenida Libertador 2423, piso 23, de Capital Federal, el mismo edificio donde pasó sus últimos días el exrepresor, Emilio Massera. 

En 2004, ya como adolescente, Leonardo Fariña egresó del Colegio Nacional, donde su hermano, Juan Pablo, trabaja como preceptor. Según fuentes consultadas por nuestro diario, era común verlo en el secundario -desde primero hasta quinto año- con la misma ropa.
Años más tarde, y con el título de contador público de la UNLP en su haber, este hincha de Velez -y simpatizante de Estudiantes- que todavía viajaba en colectivo vio cómo su realidad cambiaba un 100%. A partir del año 2010 empezó a figurar en las revistas del corazón por su romance con la modelo Karina Jelinek, con quien concretó una mediática boda en el lujoso Tattersall del barrio porteño de Palermo, en medio de una denuncia por supuesto “enriquecimiento ilícito” (ver aparte).

En ese entonces, Fariña no se privaba de absolutamente nada, alquilando aviones privados, comprando dos Ferrari, mudándose a barrio Parque y regalando joyas muy costosas de la prestigiosa firma Tiffany. Sin embargo, la Justicia volvería a poner la mira sobre su persona, al procesarlo por financiar el viaje de barrabravas de Hinchadas Unidas Argentinas -la asociación de barras aprobada por Néstor Kirchner en 2010- al Mundial de fútbol en Sudáfrica.

Sorpresa y la indignación
Mientras tanto, en la recorrida que hizo Hoy por la calle en donde está la que fuera la casa de Leonardo Fariña, muchos vecinos se mostraron sorprendidos e indignados por el caso de corrupción que está en boca de todos los argentinos.

“A nosotros no nos importa, con todo el tema de la inundación, imaginate. Además, yo no tenía trato porque no es el tipo de gente con la que hablo”, dijo la madre de una de las familias que habitan en el barrio, quien agregó: “investiguen o no investiguen, nadie le va a sacar la plata”.

“Nadie en el barrio sospechaba nada”, comentaron en un comercio de la zona. Y en otro local, explicaron que “hace cuatro años que no se lo ve. Venía cada tanto a saludar al padre, pero nada más. No tenía plata en esa época y andaba en un 206”.

Por último, un vecino del barrio que pasó rápidamente con su auto y no quiso dar su nombre, aseguró a este medio que Fariña “tiene 120 taxis” en su poder.   

¿El hijo no reconocido de Kirchner?

Tiempo atrás, un rumor sonó con fuerza en los pasillos de la Casa Rosada: que Leonardo Fariña era, en teoría, un hijo no reconocido del expresidente Néstor Kirchner e incluso habría cobrado una importante herencia que justificaría sus ingresos.

Fue el propio esposo de Karina Jelinek el que tuvo que salir a desmentir el rumor, indicando que “no soy hijo extramatrimonial de Kirchner no cobré ninguna herencia luego de su muerte, como aseguran por ahí”.   

La paternidad oculta que salió a la luz

Si bien Fariña negó todo tipo de parentesco con Néstor Kirchner, nunca habló de su rol como padre. El testaferro amigo de los K abandonó a su primera mujer cuando estaba embarazada de dos meses. De esa relación quedó un hijo que actualmente tendría unos seis años y que es mantenido con una cuota alimentaria de apenas 350 pesos por mes.

“Le dio el apellido cuando la Justicia confirmó su paternidad por el ADN y fijó una cuota alimentaria de 350 pesos, un tercio de lo que él paga por una botella de champán”, se indicó en la investigación de una publicación hace dos años.

Asado y caviar, un placer raro

Otro de los trascendidos a los que tuvo acceso este diario habla de las excentricidades de Leonardo Fariña a la hora de agasajar a sus comensales. De acuerdo a las versiones, durante un asado en Punta del Este y haciendo las veces de anfitrión, ofreció caviar -uno de los tentempiés más caros que existen en el mundo- antes de comer un asado con amigos de su entorno.

Entre llantos, Jelinek intentó despegarse de Fariña y habló de un “impasse”

La esposa de Leonardo Fariña, la modelo Karina Jelinek, salió ayer a dar tibias explicaciones sobre el escándalo que roza a su marido y, entre sollozos, dijo que se tomará un “impasse” de su pareja.

“Me tomé un impasse de Leo. Chicos, no me siento bien, no tengo ganas de hablar. No sé qué decir. Estoy confundida, me siento mal”, sostuvo entre lágrimas durante una entrevista para un programa de televisión.

Jelinek también aseguró sentir “mucho dolor” al ver la cámara oculta en la que Fariña cuenta cómo sacaba del país el dinero en negro del empresario K Lázaro Báez, para luego estacionar su auto y refugiarse rápidamente en su casa.

Cabe destacar que la unión entre Jelinek y Fariña se produjo el 28 de abril de 2011, a sólo tres meses de noviazgo, con una fiesta de casamiento que se realizó en el salón Tattersall del Hipódromo de Palermo. En el evento, estuvieron presentes varios famosos, entre ellos la vedette Iliana Calabró y su marido, Fabián Rossi, supuesto encargado de vehiculizar las transferencias de Báez a bancos del exterior mediante contactos que tenía en un estudio contable de Panamá.