Cifras del Indec

Un tercio de los argentinos, debajo de la línea de pobreza

Datos de la Encuesta Permanente de Hogares suministrados por el Indec indican que diez millones y medio de argentinos viven en condiciones de miseria e indigencia. El 38,5% de los ciudadanos están en estado de indefensión. Una realidad que duele y no para de crecer

Luego de casi tres años durante los que los datos oficiales fueron falseados y desvirtuados, ayer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) volvió a mostrar cifras confiables de cuántos pobres e indigentes hay en la Argentina. Según los números brindados por el organismo que conduce Jorge Todesca, 8,77 millones de argentinos se encuentran en estado de pobreza y 1,7 millones, en condición de indigencia.

Estos números, que representan al segundo trimestre de este año, se agravan si se tiene en cuenta que solo se tomó para la realización de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) a una población urbana de 27,2 millones de habitantes, ya que si se extrapolan los datos agregando las poblaciones rurales, la pobreza afecta a 14 millones de habitantes y la indigencia, a unos 2,7 millones.

En términos de hogares, el 23,1% (2.022.000 de familias) están por debajo de la línea de pobreza, mientras que el 4,8% de los hogares (unos 425.000) están a su vez bajo la línea de indigencia.

Al desagregarlo por regiones, se ve que la del Noroeste, con el 40,1% de la población, es la que tiene la mayor tasa de pobreza, seguida por la del Noreste, con el 35,8%; y Cuyo, con el 35,6%. En cuanto a la indigencia, la región Pampeana registra un 7,7%; seguida por el Noroeste, con el 7,6%. A su vez en la Patagonia es donde se dan los menores índices: el 24,7% de las personas son pobres, y el 3,3%, indigentes.

Cifras desalentadoras

Sobre una población urbana total del país de unas 39 millones de personas, se estima que la franja que no pudo reunir los ingresos monetarios suficientes para comprar la canasta básica de alimentos y servicios, involucró a un rango de 12,6 millones de personas. Cuando comenzó la medición de los precios del Indec, en abril último, la Canasta Básica Alimentaria arrojó un aumento de un 10,6%, y la Canasta Básica Total un 10,3%.

Los valores expuestos significan que, en promedio, los hogares indigentes tienen una distancia de $1.955 entre sus ingresos y el valor de la línea de indigencia, lo que en términos porcentuales implica que sus ingresos se encuentran un 39,7% por debajo de la misma; mientras que en el caso de los pobres, la distancia es de $4.800, lo que implica una brecha del 37,4%.

De acuerdo al organismo público, una familia de cuatro integrantes necesitó contar durante el segundo trimestre con $12.489,37 para no ser considerada pobre. A su vez, una familia tipo, un matrimonio con dos hijos, debió tener un ingreso de $5.175,92 para no ser declarada indigente.

La respuesta oficial

Tras conocerse los números del Indec que marcan un sustancial aumento de la pobreza e indigencia en el país, el Presidente Mauricio Macri brindó una conferencia de prensa en la Quinta de Olivos junto a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, en donde destacaron que “se acabara con la distorsión de las cifras oficiales”.

Para el jefe de Estado es loable que en la Argentina “después de años de manipulación de la información y negación, hoy sabemos cuál es la realidad, que claramente golpea. Este punto de partida es sobre el cual quiero y acepto ser evaluado como Presidente y como Gobierno”.

El mandatario señaló que “saber que uno de cada tres argentinos se encuentra debajo de la línea de pobreza es algo que nos tiene que dar bronca y comprometer a trabajar juntos para que cada día podamos reparar más y más situaciones”.

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