Entradera fallida en Tolosa deja un baleado

Un joven de 26 años fue atacado por dos motochorros en la puerta de su casa, cuando estaba recibiendo a un amigo. Tras el hecho, los cacos se fugaron y nada se sabe de ellos

Momentos de terror vivieron durante la madrugada de ayer dos jóvenes en la puerta de la casa de uno de ellos en Tolosa, cuando fueron sorprendidos por dos motochorros quienes, asustados por los gritos de los damnificados al comprender que estaban a segundos de ser víctimas de un ilícito, dispararon a mansalva, hiriendo a uno de ellos, relataron fuentes policiales. 

En los últimos días los baleados en las calles de nuestra ciudad se multiplicaron y el mencionado barrio platense no fue la excepción a la regla. Ayer, alrededor de las 4, un joven se arrimó hasta la casa de Martín Icardi, empleado de 26 años, en 118 y 529. Tocó el timbre y esperó ser atendido. Pero entonces las cosas siguieron un rumbo completamente diferente al que hubiese deseado. De manera imprevista, en medio de la oscuridad surgieron dos sujetos a bordo de una moto. Justo cuando los delincuentes irrumpieron, Icardi abrió la puerta, desconociendo lo que ocurría en el exterior. 

Al hacerlo, fue víctima junto a su amigo del accionar de los ladrones. Éstos frenaron el rodado y, según le reveló una fuente a este medio, pretendieron  ingresar a la finca, en una típica entradera. Pero los jóvenes se asustaron al ser apuntados y comenzaron a gritar, intempestivamente. Este accionar trajo como consecuencia dos hechos inmediatos: por un lado, los cacos abortaron el plan del robo y, por otro, ofuscado por eso (y quizás también para silenciar a las víctimas) uno de ellos apuntó con su arma a uno y le disparó. 

El proyectil impactó en el brazo de Icardi –quien sería hijo de un dirigente de la liga platense de fútbol- y, mientras los autores del ilícito se dieron a la fuga, allegados al baleado se comunicaron con el 911 y con una ambulancia. Minutos después, el hombre ingresó a la guardia del hospital Rossi y allí se constató que la lesión –con orificio de entrada y salida- no revestía de gravedad y su vida “no corría peligro”, según le contó a Trama Urbana un pesquisa abocado a la investigación. 

Tras el ataque, efectivos de la comisaría Sexta, al mando de su titular Sebastián Velázquez, se entrevistaron con los damnificados, pero apenas si pudieron decir que los malhechores se manejaban en una moto. “No supieron precisar color ni modelo, estaban muy asustados”, resaltó la fuente, y aseguró que no se llegó a cometer el robo. 

La causa recayó en la UFI número 5 de Leila Aguilar, que la caratuló como “lesiones”.