Piparo, el juicio: ¿Para balear a una embarazada hay que tener huevos?

Fue la reacción del fiscal ante una frase poco feliz de Burgos, el presunto tirador. El acusado culpó a Moreno. Y le habló llorando a Carolina. El lunes harán la reconstrucción

Demasiada presión. Carlos Burgos habló. De los siete acusados, él -sólo él- está sindicado como el tirador de la salvaje salidera a Carolina Píparo.  Ella se le paró frente a frente en la primera audiencia y lo obligó a que la mire. La madre lo reconoció como quien descerrajó el disparo que una semana después derivó en la muerte del bebé Isidro. Y un testigo presencial, de oficio electricista, lo vio cuando tenía a Carolina de rodi-llas, en la vereda, y tras golpearla con el arma en la cabeza la gatilló a escasos centímetros, a sangre fría.

El acusado jugó su última carta. Burgos tenía 18 años recién cumplidos aquel fatídico 29 de julio de 2010. Ayer, basó su relato en tres lineamientos: dijo que no participó, culpó al coimputado Carlos Moreno, y le habló llorando en varios tramos a Carolina Píparo. Alta tensión en la sala. 

Burgos presentó coartada. Dijo que al momento de la salidera, dormía en su casa. Negó conocer a los integrantes de la banda. Y en pleno estrado, ladeó su mirada hacia la derecha, y le apuntó a Moreno: "Confesá. Hablá, ya está, dejate de joder", le dijo entre lágrimas. Y remató: "la verdad está ahí. Yo ni tendría que estar acá". 

Fueron los primeros murmullos en la sala. Una cosa es declararse ino-cente y otra descargar contra otro imputado la principal acusación. Y si-guió. Burgos dijo  que en una conversación mantenida en la Unidad 9 con otro de los procesados -Luciano Ló-pez-,  éste le contó cómo ocurrió "todo", que "él manejaba la moto", que "Moreno iba atrás, fue el que hizo el daño. Se le escapó el tiro". 

El momento más complicado se vivió cuando insistió en hablarle a Carolina Píparo, ubicada a su izquierda. Le aconsejó que "no baje los brazos". Y hasta le aseguró que "obtendrá la justicia que busca". Un relato de casi dos horas, por lo menos, raro. "Yo le voy a dar la verdad a ella: el tiro se le escapó a Moreno. Vos viste que el agresor tenía pozos en la cara…yo tengo granitos", espetó, aclarando que "nunca había tenido armas". 

La cuestión es que Burgos culpó a Moreno, quien desde la primera au-   diencia no deja de hacer gestos inti-midantes hacia los jueces y los fotógrafos. El abogado de Píparo, Fernando Burlando tomó nota de eso y le salió al cruce, denunciándolo ante el tribunal. Dijo que Moreno ayer dirigía esos gestos amenazantes hacia Burgos y Carolina. Al bullicio que había entre el público y al llanto de Burgos se le sumó el de sus hermanas, ubicadas en las primeras filas, a sus espaldas. "Estoy mal, yo también tengo familia", añadió el acusado. A esa altura, se le hacía complicado al tribunal mante-ner el orden en la sala. Entonces reaccionó Ignacio Buzali, el marido de Carolina, quien en todo momento procuraba contenerla. "Decí la verdad", le exigió a Burgos. 

-Si tuvieron los huevos de hacer eso, que se sienten acá y digan la verdad"-, aseveró Burgos mirando a los coimputados López y Moreno. 

-¿Para balear a una embarazada hay que tener huevos?, quiero que me aclare esto por respeto a la señora Píparo-, reaccionó el fiscal Marcelo Romero. 

El imputado hizo silencio y pidió perdón por lo que había dicho. En sus últimas palabras, Burgos volvió a dirigirse a Carolina: "Todo lo que pasó es muy duro, muy feo", le dijo, y pidió que pelee: "No bajés los brazos, vas a tener justicia". Y culminó: "A mí me apuntaron en la comisaría, me gustaría que se haga todo bien". 

El gordo JJ, el supuesto jefe de la banda

Además de Burgos, por el hecho están siendo juzgados, además de Burgos, el hombre que está acusado de "marcar" a Piparo dentro del banco, Miguel "Pimienta" Silva; Luciano López, Carlos Moreno, Juan Manuel Calvimonte y Carlos Jordán Juárez (foto), éste último sindicado como el jefe de la banda. 

También, enfrenta al tribunal, conformado por los jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Silvia Hoerr, el imputado Augusto Claramonte, quien actualmente se encuentra en libertad y goza de una falta de mérito. 

Moreno, intimidante 

Moreno, marcado ayer por Burgos como el verdadero tirador, es el acusado que más gestos amenazantes viene realizando desde la primera audiencia. Lo hace contra los testigos, los jueces, el fiscal o incluso la misma víctima. El y seis compañeros en el banquillo, están sindicados de "asociación ilícita, robo doblemente calificado en concurso real con homicidio triplemente calificado por haber sido perpetrado con alevosía, con el concurso premeditado de dos o más personas y criminis causa en grado de tentativa".

Fuck you

Más distendido, y ya sentado en horas de la tarde junto al resto de los acusados, Burgos se dedicó a hacer gestos a los fotógrafos. Hacía el ademán de una pistola, o el popular "fuck you". Uno de los reporteros gráficos comentó en medio de la sala "¿A mí me venís a amenazar y vas con siete tipos a dispararle a una embarazada?". 

Burgos fue reconocido el primer día del juicio por María Emma Cometta, la madre de Piparo, y en la segunda audiencia volvió a ser señalado por un electricista que presenció la agresión a la mujer en el cruce de las calles 21 y 3, y fue la primera persona en auxiliarla tras haber recibido el balazo. 

Expertos en comunicaciones

El juicio oral continuará hoy a las 9, con la declaración de los expertos en comunicaciones que actuaron en la investigación. 

La reconstrucción de la salidera se realizará el lunes a las 11 a pedido del fiscal Marcelo Romero (foto) y la querella. Se hará en 21 y 36 y consistirá en el momento del arrebato y el disparo. También se analizarán los recorridos del auto de Carolina y la moto de los atacantes. 

El abogado de Burgos pidió ayer que se identifique al personal penitenciario que pudo haber presenciado la charla entre su asistido, López y Moreno en la Unidad 9.