El “fierro” gimnasista de los 5.800 kilómetros, salió el jueves y llegó ayer

Llegaron ayer a las 14 horas, dos días después de la derrota que sufrió el equipo de Pedro Troglio en tierra jujeña. Los cuatro amigos, que le dieron la primicia a Hoy, también cumplieron con la palabra: volvieron y contaron.

“Estuvimos a 200 de Bolivia, ahí del Tren a las Nubes, le metimos un buen ritmo, fuimos al fin del planeta”, contó Mingo, el peluquero de avenida 7 y 610, que en estos días tendrá que hacer más horas en su salón masculino tras unas vacaciones que empezaron el miércoles.

El Fiat 1600 se portó un chiche, y paradójicamente Mingo tuvo que escuchar apenas llegó a su casa que “a mi mujer se le rompió el auto…”

Se disculparon por no mandar fotos desde allá, por problemas de señal. Pero contaron que la convivencia, arriba del auto, tuvo como mejor antídoto las canciones de cancha. Y las ganas de ver tanto los paisajes como a la camiseta de la vida.

“El GPS con piernas fue Juanchi Sarratea”, dice Mingo, quien detalló todos los pueblos donde hicieron escala: Salta, El Viaducto, Los Polvorines (San Antonio de los Cobres). Una noche en Campo Quijano (en la bajada del Tren a las Nubes), de ahí a San Salvador, a Purmamarca, la Cuesta del Lipán… “A 4000 metros, no sabes que descompostura”. Finalmente, Salinas Grandes, el Cerro San Bernardo (Salta) y a las 12 del mediodía del lunes pegaron la vuelta, llegando al barrio Aeropuerto a las 14 de ayer.

Comentó que Pedro los recibó con buena onda en el hotel y después acompañaron al plantel siguiéndolo de atrás hasta el estadio La Tacita de Plata.

Y tal se lo prometió un infaltable Tripa, el señor Ton, allá les regaló las entradas.
Mingo, Juanchi, Santi y Seba. Cuatro grandes espíritus que están más allá de los resultados.

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