Asteazarán, el pibe que sueña con salvar a Cambaceres y recibirse

El futbolista de 22 años iniciará un nuevo ciclo en la Facultad de Economía y, a la par, intentará ayudar al Rojo de Ensenada. “Es difícil, pero no imposible”, manifestó

Artífice y parte del plantel que logró la última hazaña de Cambaceres, Brian Asteazarán  se prepara para un semestre duro con el club, que, al igual que el año pasado, pelea por mantener la categoría. 

Claro está que no será su único objetivo: el futbolista de 22 años iniciará su cuarto ciclo en la Facultad de Economía, en donde estudia la carrera de Contador Público.

Con la ayuda de su familia, Pipi (apodo que nació por su idolatría a Leandro Romagnoli), pudo avanzar en la profesión que tanto le gusta y, además, luchar con Camba, que no la pasa bien con el tema de los promedios.

Titular en los últimos procesos, el jugador sueña con seguir por este camino y lograr cosas importantes con la institución de Ensenada, que jugará esta mañana ante Midland.

Brian reparte su tiempo entre los entrenamientos (doble turno), la cursada por las noches y los partidos de los fines de semana, convirtiéndose en un ejemplo para los más chicos. De esto y más, dialogó en su visita a este medio.

—¿Cómo arrancaron este 2018?

—Con muchas ganas. Las expectativas por tener nuevo técnico te llevan a meter otra intensidad. Nos estamos acomodando a lo que él pide y confío en que nos va a ir bien.

—¿Y en lo personal?

—Bien, espero seguir teniendo continuidad. Mi puesto en el plantel es el más competitivo, el que esté mejor va a jugar.

—¿Hace cuánto estas en Camba?

—Llegué con 13 años, luego de jugar todas las infantiles en Gimnasia. Debuté en Primera división en 2014, con Gabriel Manzini como técnico.

—¿Cómo venís con la facultad?

—La verdad que es complicado ponerse a estudiar a veces (risas). Voy bien, la carrera dura cinco años, obviamente se me extendió un poco más, pero sueño con recibirme pronto.

—¿Cómo viviste el último año con Camba al borde del descenso?

—Es algo que no se lo deseo a nadie. Yo estudiaba escuchando el partido de Argentino de Merlo, mi familia no entendía nada (risas). Incluso llega un momento en el que te estresás, salís a jugar sabiendo que, si perdés una pelota, podés llegar a descender.

—¿Tus expectativas?

—Salvar al club, pelearemos y lucharemos para dejarlo en la C. Y, al mismo tiempo, avanzar en la carrera.

— ¿Un consejo a los más chicos?

—Quizá para los que aún están en inferiores, que terminen al menos el secundario, no descuiden los estudios. Es un privilegio importante poder tener un título. Y si trabajan, que hagan un esfuerzo, sé que es difícil, pero no imposible.

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