Boca y Fluminense, a todo o nada por la Copa Libertadores
El Xeneize y el Flu buscarán conseguir la gloria máxima esta tarde en Río de Janeiro, ante los ojos del mundo entero. El duelo será desde las 17 horas en el Maracaná.
Enviado especial
La espera se agotó: hoy Boca y Fluminense jugarán la ansiada final de la Copa Libertadores. En un partido que promete mucho en la previa, y del cual hace rato que se está hablando, el Flu y el Xeneize se medirán desde las 17 en el mítico Estadio Maracaná. Este partido contará con el arbitraje del colombiano Wilmar Roldán y sus asistentes: Alexander Guzmán y Dionisio Ruiz, del mismo país. A su vez, el cuarto juez será el también colombiano Andrés Rojas, mientras que en el VAR lo hará el chileno Andrés Rojas.
El conjunto dirigido por Jorge Almirón ha generado una gran expectativa entre sus hinchas. Hay alrededor de 150.000 simpatizantes azul y oro dispersos por las calles de Río, muchos de los cuales arribaron sin entradas, para acompañar al equipo en una jornada que puede ser inolvidable, si es que el Xeneize finalmente consigue dar la vuelta después de haberse quedado con las ganas en las ediciones 2012 y 2018.
Para este partido, Almirón no podrá contar con Marcos Rojo, por la expulsión que sufrió en la revancha de la semifinal ante Palmeiras; ni con Exequiel Zeballos, por una ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Este último, si bien venía siendo suplente, fue una pieza de recambio. Para suplantar al capitán, el técnico tiene decidido incluir a Nicolás Valentini para conformar la dupla junto a Nicolás Figal. El resto del once será el mismo con el que salió a jugar ante el Verdao. En el arco estará otra vez Sergio Romero, con Luis Advíncula y Frank Fabra en los laterales. En el medio aparecerá Guillermo Fernández y Ezequiel Fernández para dividirse el eje; y por las bandas continuarán Cristian Medina y Valentín Barco, ambos con la responsabilidad de generar juego. En el ataque se mantiene el doble nueve, con los uruguayos Miguel Merentiel y Edinson Cavani.
En cuanto al Flu, comandado por Fernando Diniz, técnico interino de la selección de Brasil, quiere su primer gran título internacional. Tendrá la ventaja de ser local, porque el Maracaná es el estadio que utiliza habitualmente, y llega después de haber deslumbrado en el arranque de la Copa con el buen juego del equipo. Sin embargo, al igual que el Xeneize, no atraviesa su mejor momento en el plano local pero cuenta con figuras relevantes.
Para la final, las principales dudas pasan por la zaga; porque su capitán, Nino, recién se recupera de una lesión que lo dejó varias fechas afuera de las canchas, aunque el lunes trabajó con normalidad y estaría desde el arranque. En tanto, el otro central (Felipe Melo) tuvo una molestia muscular la semana pasada, pero también sería de la partida. El resto sería el mismo equipo que utilizó la mayor parte de la competencia, conformado por un 4-3-3.
La final no corre peligro y se jugará con público pese a los incidentes
Cuando la previa de la final de la Copa Libertadores se centraba plenamente en lo futbolístico, de un momento para otro cambió el foco de la escena, tras los repudiables ataques de la barra de Fluminense hacia los hinchas de Boca que se encontraban en las playas de Copacabana. Incidentes, detenidos y una salvaje represión policial generó un caos que hizo surgir los rumores de que la definición en el Maracaná podría pasar a jugarse a puertas cerradas.
Sin embargo, desde la Conmebol confirmaron en las últimas horas que no hay chances de que el partido se desarrolle sin público, pese a los disturbios que se vivieron en la antesala. En ese sentido, las autoridades del máximo ente del fútbol sudamericano, que emitieron un llamativo comunicado y ya tomaron cartas en el asunto (hubo una reunión para acrecentar los controles), entienden que lo ocurrido tuvo que ver con fallas en la seguridad de Río de Janeiro que son ajenas a la organización de la Confederación.
“Hay rumores, veo muy difícil la situación. No es fácil, a dos días de jugarse la gran final, postergarla. Hay que esperar qué va sucediendo en las próximas horas”, expresó Mauricio Serna, miembro del Consejo de Fútbol de Boca, minutos después de la agresión de la barra de Fluminense. A su vez, Conmebol ya comunicó internamente que suspender o postergar la final de la Copa Libertadores no es una opción, así como tampoco que se juegue a puertas cerradas.
Jorge Amor Ameal y un mensaje de tranquilidad
Tras los incidentes entre la barra de Fluminense y los hinchas de Boca, luego de la emboscada de los brasileños que agredieron y le robaron a la gente del Xeneize tanto en la tarde y la noche de Copacabana; el presidente Jorge Amor Ameal, junto al mandamás del Flu, Mario Bittencourt, brindaron un mensaje de paz y ratificaron que la final de la Copa Libertadores se jugará con público en el estadio Maracaná. A través de las redes sociales oficiales de Conmebol, Ameal declaró: “Estamos convencidos de que esta es una fiesta, la del fútbol latinoamericano. Llegamos a una final donde va a haber un ganador, que si llegó a la final lo hizo con mérito, no porque sí. Lo que queremos decir es que vamos a jugar con público, no va a haber ningún problema. Pedirle a la gente que por favor respete a su contrincante, esto no es una guerra, esto es una cosa muy importante, es un partido de fútbol”.