Cuenta regresiva de la primera pelea de Cuello con un estadounidense
Luciano Cuello está en el tic-tac de la cuenta regresiva a un combate de los más álgidos, decisivos, encuadrado como eliminatorio por título mundil. Lo espera en Massachusets, Estados Unidos, el oriundo de Cleveland Ohaio, Willie Nelson, de 26 años, altura 1.91, con récord de 22 peleas, 20 triunfos (12 por Ko), una derrota y un empate.
“El Príncipe” todavía anda por Madrid, como si nada, incluso manejando un automóvil con el que se distrae cada tanto yendo a visitar las sierras. Siempre junto a su entrenador Antonio González Matías (hoy cumple 46 años), un madrileño que creció viendo las peleas de aquel "Potro de Vallecas", Poli Díaz, que llegó a hacer un combate mundialista justamente en Estados Unidos, Virginia, en julio de 1991 (completó los 12 asaltos pero terminó perdedor en tarjetas frente a Pernell Whitaker).
El preparador de Cuello dijo en una charla con Diario Hoy que “Poli tuvo una gran aceptación social y por años superó en audiencia al fútbol”. Quien fuera manager de Poli fue uno de los ex socios de Luciano y González Matías, el también archiconocido Ricardo Sánchez Atocha.
Desde hace poco más de un año la vida deportiva de Luciano Cuello (y su equipo de trabajo “Por un Sueño”) firmó con Lou DiBella, de la empresa DiBella Entertainment, por dos años. Por esto, la pelea podrá seguirse por la señal de cable HBO, como semifondo de Bolonski y Macklin.
El vuelo destino a Nueva York será este martes. Y para el “Príncipe” Cuello tendrá la misma adrenalina que el par de batallas mexicanas, donde se registran las únicas dos derrotas del muchacho de Los Hornos (34 peleas, 32 triunfos y 16 por KO).
Este sábado 29 de junio, sobre la medianoche, tratará de potenciar sus cualidades boxísticas cuando suba al ring del Hotel MGM Grand Atfoxwoods Resort. Serán 10 rounds.
La previa conlleva esos códigos íntimos de boxeador y entrenador. Mucha charla, comcentración, momentos indispensables de relax, y esa palabra que tanto menciona Luciano: sueño. Un sueño que muchas veces tuvieron púgiles platenses y jamás consiguieron. O como el que tuvo su mismo PF Antonio, hacia fines de los ’80 buscando un lugar en las Olimpíadas de Barcelona ’92. “Soñaba con vivir del deporte y lo estoy haciendo. Ahora espero ser campeón del mundo con Luciano y ante un gran rival, vamos por ello, hombre”.
La preparación en Madrid fue a destajo. Corriendo, nadando, y cada día regresando contento a ese pequeño departamento a 18 kilómetros de la capital española, en San Sebastián de los Reyes.