La Salud de 10

Detalles de la recuperación de Maradona

Diario Hoy confirmó que Diego quiere volver cuanto antes a entrenar al Lobo, pero que todavía no está autorizado por los médicos. Además, ha vivido un fin de semana complicado en la parte anímica.

Si algo le falta a Diego Armando Maradona para volver a florecer en esta primavera es el perfume del césped de una cancha de fútbol”. La frase pertenece a una de las personas que forman parte del entorno del director técnico de Gimnasia, quien está recluido en una de las habitaciones de la casa que fue alquilada por exclusivo pedido de sus hijas en la zona Norte de Buenos Aires.

El Diez está transitando la tercera semana de recuperación luego de la operación a la que fue sometido por un hematoma subdural y pasa los días junto a Maximiliano Pomargo (familiar directo de Matías Morla y asistente de Maradona), una empleada doméstica y los mismos custodios de seguridad que lo acompañaron en su estadía en Brandsen.

A diario recibe la visita de doctores, masajistas y enfermeros que le toman la presión, le hacen un chequeo y siguen a rajatabla la rutina establecida por Leopoldo Luque, el neurocirujano que lo operó, y quien pretende alejarlo definitivamente del alcohol.

De todas maneras, Maradona viene manifestando en reiteradas ocasiones que pretende venir a La Plata para estar al lado del plantel de Gimnasia, y el aislamiento no le está haciendo bien.
Además de arrastrar ocho meses de encierro (primero en Bella Vista, luego en Brandsen y ahora nuevamente en la zona Norte), Diego experimenta momentos de enojo y tristeza, mencionando siempre a familiares directos fallecidos como doña Tota o don Diego.

En los últimos días recibió esporádicamente la visita de su hija Gianinna, y no muchas personas de su entorno familiar. Por eso se inclinó por estar cerca de los amigos que lo vienen conteniendo en los últimos años, como lo son su asistente Maximiliano y el círculo del equipo de Matías Morla, quien viene trabajando estrategias para unificar criterios con la familia, y especialmente con las hijas, para poder convivir sanamente en el mismo lugar, sin que Diego se aleje definitivamente de Gimnasia.

Así las cosas, a esta altura de noviembre, Maradona tiene decidido volver a entrenar al equipo, pero todavía no está habilitado clínicamente para viajar a La Plata y permanecer dos horas al frente de una práctica.

Es su deseo poder estar en el partido de la última fecha de la zona 6 de la Copa de la Liga Profesional, cuando el Lobo reciba a Huracán en el Bosque, pero tanto el doctor Luque, y especialmente sus hijas, no están del todo convencidos de que sea lo más conveniente.

Por todo esto, creció la versión de que ante las reiteradas negativas, Diego se recluyó en una habitación de su casa sin mostrar ánimo de hablar ni expresarse, y hasta manteniendo intercambios de opinión con los propios médicos que lo atienden.

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