El primer rey de la Superliga fue arrollador desde los números

Boca está de fiesta y no es para menos. Con el empate ante Gimnasia, el equipo de Guillermo logró el bicampeonato en el fútbol argentino (se quedó con la primera Superliga) y sumó una nueva estrella más a sus 113 años de vida, la número 67 contando campeonatos, copas nacionales e internacionales. 

El elenco Xeneize tuvo una temporada regular en cuanto a los números, porque fue puntero desde la primera fecha, pero por momentos mostró irregularidad, sobre todo en el último tramo, ya que había finalizado el 2017 con una amplia ventaja. Sin embargo, los altibajos, sumado a la Copa Libertadores y la buena campaña de Godoy Cruz, lo obligaron a esperar hasta el partido de anoche para concretar el título. 

Un total de 514 días como puntero, supo afrontar lesiones que lo complicaron. El nivel de Pablo Pérez y Nahitan Nández, ubicados entre los primeros cinco goleadores del equipo, fueron clave; Agustín Rossi, cuestionado, y Cristian Pavón, la figura indiscutida, jugaron todos los partidos. Párrafo aparte para Darío Benedetto, que volvió a ser el goleador aunque jugando medio torneo.

Sobre un total de 26 fechas (cerrará el sábado a las 11 con Huracán), Boca ganó 18 juegos, empató tres y perdió cinco. Marcó 47 goles, mientras que le anotaron 19 con una diferencia a favor de 28 conquistas. 

En el Lobo hacen cuentas por Magallán 

En la previa del partido el tema central en la zona de vestuarios fue la posible venta de Lisandro Magallán. Es que el marcador central platense tiene una nueva oferta concreta del Ajax de Holanda por 9 millones de dólares y, si bien la misma se encuentra en evaluación, en Gimnasia comenzaron a hacer cuentas porque puede recibir una buena suma de dinero.

Sucede que el Lobo es dueño del 20% de la ficha, por lo que en caso de que la transferencia se concrete le ingresaría a la tesorería  del club 1.800.000 dólares, un cifra que llega como agua en el desierto en un momento acuciante desde lo económico. 

“No hay nadie mejor que Boca”

Más distendido después de no haberla pasado bien, sobre todo cuando Gimnasia apuraba y estaba cerca de ganarlo, Guillermo Barros Schelotto se desahogó y sacó pecho: “Fuimos los mejores, lejos. El equipo que mejor jugó, el que más goles hizo, el que más ganó y menos perdió, el de menos goles en contra... Hubo mucha diferencia, fuimos muy diferentes a los demás. Si nosotros jugamos mal lo que habrá jugado el resto, ¿no?”, disparó el Mellizo, que sumó su segundo título en Boca.