Entre pasajes y boletos, ya van liquidando el aguinaldo

Brasil
Enviados Especiales

Miles de argentinos decidieron gastar los últimos ahorros para viajar a Brasilia junto al seleccionado de Alejandro Sabella. La complicada realidad económica de nuestro país implica agudizar el ingenio...

La expectativa por el partido de la Selección en los cuartos de final ante Bélgica llevó a miles de argentinos a embarcarse en una aventura sin precedentes. 

Dejando de lado las responsabilidades laborales, en San Pablo y en Belo Horizonte es fácil toparse con cordobeses, sanjuaninos, tucumanos y porteños que no dudan en gastar los últimos ahorros con tal de comprar una entrada y acompañar mañana al equipo de Alejandro Sabella en Brasilia. 

Este es el caso de Norberto Gómez y Claudio Acha, quienes llegaron desde el interior del país para ver el partido con Suiza y se contagiaron del eufórico festejo de Angel Di María para extender su excursión hasta el fin de semana. 

Los empleados en relación de dependencia que trabajan en ministerios o en el sector privado extienden sus vacaciones o pedidos de licencia. Los comerciantes o empresarios, en tanto, tienen mayor libertad para manejar los tiempos. 

Todos, al fin de cuentas, se muestran irresponsablemente dispuestos a pagar hasta 20.000 pesos por una entrada en la reventa y buscan achicar los gastos viajando en ómnibus hasta Brasilia. 

Tanto en la terminal de ómnibus Tiaté de San Pablo como en la Rodoviaria José Cándido Da Silva de Belo Horizonte, los pasajes con destino a Brasilia se agotaron rápidamente en las dos empresas que viajan con frecuencia a la capital Brasileña: Real Expreso y Cometa. 

Un asiento en un servicio ejecutivo cuesta 160 reales (unos 600 pesos argentinos) y conlleva el hecho de viajar de manera más confortable que en la clase económica, por la cual se deben pagar 127 reales. 

El boleto aéreo, sin embargo, resulta un verdadero lujo para los argentinos que vinieron a ver el Mundial, ya que por recorrer 700 kilómetros (tomando como base la estadía de la Selección en Belo Horizonte), se deben pagar unos 850 reales que significan algo así como 4.250 pesos.  

De una u otra manera, se espera que entre hoy y mañana lleguen varios compatriotas a la capital de Brasil, dispuestos a ultimar los últimos centavos de un aguinaldo cada vez más necesario ante la realidad económica del país. 

¿Dónde viste los penales con los Tanos un día como Hoy?

¿Quién no tuvo algún pariente, vecino o amigo que haya nacido en Italia?

Para muchos argentinos, la victoria por penales en el Mundial ’90 del equipo de Carlos Bilardo sobre el país anfitrión derivó en grandes discusiones y polémicas, que hasta llegaron a marcar distanciamientos entre las familias.

Eso ocurrió hace exactamente hace 24 años, un 4 de julio de 1990, cuando la Selección nacional dejó afuera de la Copa del Mundo al país organizador, que había llegado a esa instancia ganando todos los partidos de manera invicta y sin recibir goles en contra.

Contra todos los pronósticos, la Selección jugó el mejor partido del Mundial y logró sobreponerse al 0-1 con el que había terminado el primer tiempo, gracias al gol del Pájaro Caniggia, quien voló por el aire para cambiarle la dirección a un centro cerrado del Vasco Olarticoechea. 

Aquella tarde de invierno argentina (noche de verano italiana), el Cani y el Goyco se terminaron de consolidar como referentes históricos de la Selección argentina. 

El responsable de estas líneas, por ejemplo, siguió el partido en el sillón del living de una modesta casa del barrio norte platense, implorando que en la definición por penales vuelva a surgir la magia de Goycochea. Cosa que terminó ocurriendo ante las definiciones de Donadoni y Serena para enmudecer al San Paolo de Nápoles, repleto de tifosis que repartían su amor por Maradona y la squadra nacional. 

Con diferentes sensaciones, el 4 de julio de 1998 el equipo argentino queda eliminado del Mundial de Francia al caer 2 a 1 ante Holanda en el partido de cuartos de final. Patrick Kluivert abrió la cuenta pero el equipo de Daniel Passarella igualó con el gol del Piojo López. Sobre la hora, tanto Roberto Ayala como Claudio Roa se durmieron y Dennis Bergkamp no perdonó. 

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