“Es una luchadora con una garra increíble y ama representar a su país”
En una charla exclusiva con diario Hoy, Mirta, la mamá de la judoca Paula Pareto, contó desde Croacia las sensaciones que le generó el bronce obtenido por su hija en el Grand Prix
No le bastó con convertirse en la primera mujer en conseguir un oro olímpico para Argentina en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro ni con levantarse a las 5 para complementar el estudio con el entrenamiento, en pos de llegar a cumplir los objetivos trazados. Paula Pareto, a sus 31 años, continúa superando barreras y demostrando que en esta vida nada es imposible.
Pese a confirmar que no irá al próximo Mundial de Budapest en 2018, ya que ocupará su mayor tiempo con la medicina, la judoca nacida en San Fernando compitió en el Grand Prix de Croacia y conquistó ayer la medalla de bronce al vencer a la belga Anne Sophie, en la categoría Hasta 48 kilos, para alcanzar otro logro más en su exitosa carrera profesional.
En ese sentido, su mamá Mirta (fiel compañera de su hija), quien acompañó a la Peque en esta competencia, dialogó con este medio desde Zagreb y aportó sus sensaciones sobre el esfuerzo de Paula para subirse nuevamente al podio, reflejando su orgullo como madre, al ver la pasión insaciable de su pequeña gigante.
—¿Qué te generó presenciar este nuevo logro de Paula?
—Como mamá, estoy muy contenta por el resultado obtenido por Paula. Es una sensación indescriptible verla nuevamente en el podio y conquistando una medalla. Son momentos que jamás voy a olvidar.
—¿Fue muy diferente este torneo en relación con los otros?
—Sí. Todos los días previos estuvo entrenando a las 5 de la mañana en el Cenard, de lunes a viernes, mientras que los sábados y domingos comenzaba un poco más tarde. Una vez que terminaba, se iba a su trabajo, ya que comenzaba a las 7 en el hospital de San Isidro y, dependiendo del tiempo que le demandaba, por operaciones u otra cosa, una vez que culminaba volvía al Cenard, para hacer gimnasio.
—¿Cómo la notaste a ella?
—Paula salió llorando una vez que terminó la lucha, porque no se sintió conforme con lo realizado. No estuvo cómoda, pensaba que podía dar más y alcanzar el primer puesto. Sin embargo, este bronce lo ganó sin estar en las mejores condiciones físicas respecto a Río de Janeiro. Por eso es muy valorable.
—¿Qué explicación le encontrás a semejante esfuerzo?
—El judo es su gran pasión, lo ama. El hecho de levantarse a las 4 de la mañana para entrenar a las 5, aún sabiendo que el día será muy largo y podrá dormir muy pocas horas, sumando las guardias que tiene durante la semana, es para valorar. Es una luchadora con una garra increíble y ama representar al país.