CLASICO PLATENSE
Gimnasia lo durmió y el Pincha intentó no perder los estribos
En un clásico parejo y disputado, fue el Lobo quien se terminó de conformar con la igualdad. El Pincha quería ganar ante su gente, pero a la larga el resultado también le termina sirviendo.
Se torna complejo analizar en profundidad y destacar una jugada principal de un partido que terminó 1 a 1, más claro está, si se habla de un clásico platense. La paridad comienza a ser el emblema principal de estos encuentros y la racha de 18 partidos la gran conformidad que sobrevuela en la familia Pincharrata.
“Goles son amores”, reza una gran frase. Y en el recuerdo terminarán quedando las anotaciones de cada equipo. A los 40 minutos del primer tiempo fue el León quien supo aprovechar un conjunto de desatenciones de la defensa Tripera que quedó mal parada y Agustín Rogel se convirtió en el primero en hacer gritar a los hinchas del Pincha ante el rival de toda la vida. Es cierto fue el segundo clásico en el Jorge Luis Hirschi, pero el primero con público. Ya que en 2021 persistían las restricciones por Covid.
Los arqueros tomaron mucho protagonismo, tanto Rodrigo Rey como Mariano Andújar. Pero Cristian Tarragona apenas transcurridos 6 minutos del complemento demostró por qué es el goleador albiazul y aprovechó a la perfección un pase quirúrgico de Ramón Sosa para vencer a la humanidad del arquero albirrojo.
¿El Lobo metió bidón?
Lejos de caer en frases instaladas en el fútbol argentino, es correcto decir que Gimnasia comenzó a conformarse con la igualdad faltando 15 minutos para la finalización del derbi. Es lógico. La presión de los locales se hacía sentir y de ser precisos las ganas de Estudiantes pasarían a convertirse en una obligación.
El Pincha no quería defraudar a sus hinchas, y si bien es cierto que la racha perdura, el empate dejó sabor a poco en 1 y 57. El Lobo retrasó líneas con los cambios, cuidó las bases de la defensa para no cometer errores y apostó a lastimar de contragolpe.
Haciendo tiempo cada vez que fue necesario, llevando al rival a la desesperación, el Loco Díaz terminó recbibiendo una amarilla producto del apresuramiento y caerle al árbitro en un momento innecesario.
Rey fue clave para que el Lobo no recibiera más goles, es cierto. Pero también los dirigidos por Gorosito se enfocaron en acelerar las pulsasiones del rival de toda la vida para forzar errores en pelota parada. Pese a que claro está, en el cierre al Pincha no lo acompañó la suerte.
Sobre el final, el tumulto de siempre. Rodrigo Rey reaccionó mal ante provocaciones de los hinchas locales y los jugadores del León se le fueron encima para defender a su gente. “No justifico mi reacción, se metieron con una discapacidad mía y me dio bronca. No me quiero justificar, pero sí explicar”, aseguró el golero albiazul.
Mariano Andújar recogió el guante, y minimizó lo sucedido. “Son cosas que quedan en la cancha. Nuestro objetivo es más grande que el clásico”. Así las cosas, el Ruso Zielinski sigue sin poder ganarle a Gimnasia: cuatro clásicos, cuatro empates. Gorosito, por su parte, se encuentra en la misma situación, tres dirigidos, tres empatados.