“Hace dos años que se habla del Mundial, se vive intensamente”

Federico Rasic, el exdelantero de Gimnasia que juega en el Arsenal Tula de Rusia, habló con este medio sobre las expectativas que genera la Copa del Mundo y lo que provocó la estadía de Messi y la Selección

Tula es una ciudad ubicada 220 kilómetros al sur de Moscú. Para los habitantes del lugar, los -3 ºC de temperatura solo representan el comienzo de un invierno que suele castigar con marcas que alcanzan los -25 ºC. Allí, en la tierra que recibirá la próxima Copa del Mundo, vive desde hace casi un año el exdelantero de Gimnasia, Federico Rasic, quien intenta convencer con goles a los directivos del Arsenal Tula para que extiendan su vínculo contractual, que vence en mayo de 2018, un mes ante de la cita mundialista. 

A pesar de la distancia, el clima y sus compromisos futbolísticos, el marplatense aceptó el diálogo con este medio y compartió lo que generó el partido de Argentina ante Rusia. Además, habló sobre lo que significa 

Lionel Messi para los ojos del mundo; las expectativas de los rusos por la organización de la Copa; las cargadas con sus compañeros; el desarraigo y, sobre todo, el cariño por Gimnasia y el deseo de algún día volver a vestir la camiseta del Lobo. 

—¿Cómo se vivió la llegada de la Selección argentina?

—Se vivió con mucha expectativa, sobre todo por lo que genera Messi. Vayas a donde vayas, todos hablan de él y acá no es la excepción. Es el mejor jugador del mundo y eso provoca revuelo. Acá están todos muy contentos. Creo que hay más curiosidad por él que por la Selección en general. 

—¿Hay clima de Mundial?

—Hace dos años que se habla del Mundial. Ves gente trabajando a toda hora en las calles, los estadios y en los diferentes lugares, sobre todo en Moscú. Cada vez que viajo allá terminó en un embotellamiento porque están asfaltando. La mayoría de los estadios grandes se construyeron de nuevo para la Copa. Se vive intensamente. 

—¿Tus compañeros te preguntan por Argentina?

—Como en todos los planteles, siempre hay cargadas, aunque seamos de diferentes lugares. Antes del partido me decían que íbamos a perder y cosas por el estilo, pero yo les contesto que nosotros tenemos a Messi y ellos no tienen a nadie como él (risas).

—¿En Tula cómo te tratan?

—Moscú es un país adentro de otro país, parece extraño pero es así. En las ciudades se vive de otra manera. En Moscú el ritmo es diferente. 

—¿Te adaptaste? ¿Continuarías en Rusia?

—Estamos conociendo, es difícil la adaptación. Estoy con mi mujer Silvina y mis hijos: Simón y Dante. Tengo contrato hasta mayo del año que viene, pero me gustaría seguir. Ahora tenemos un par de fechas por delante hasta el 8 de diciembre y después se detendrá el fútbol porque hay una ley que prohibe jugar con temperaturas menores a los -13 ºC, y acá a veces llega a los -25 ºC.

—¿Seguís a Gimnasia a la distancia?

—Siempre. Tengo contacto con mi amigo Ezequiel Bonifacio. Nací hincha de Gimnasia. En caso de que el día de mañana aparezca una chance de volver, no lo dudaría.