Hizo bajar a tierra a las estrellas

Alejandro Sabella se metió en la historia de la Selección Argentina llevando al equipo albiceleste a la final de la Copa del Mundo de Brasil.  ¿La clave? Logró inculcarle sacrificio, a las máximas figuras

El Profesor. Así le dicen a Alejandro Sabella. Nunca mejor puesto un apodo, para un entrenador que además de ser director técnico, enseña e inculca. Los números del DT al mando del seleccionado, indican que en sus 40 partidos dirigidos ganó 26, empató 10 y perdió sólo 4. Sin embargo, Sabella no logró sólo resultados positivos. El Profesor pudo inculcar una idea que pregona desde sus primeros pasos en Estudiantes: Humildad, trabajo y sacrificio. Esas tres máximas, son las que hoy tienen incorporadas cada uno de los 23 convocados para la Copa del Mundo. 

Muchos hablan de que el mayor mérito de Sabella fue explotar a Messi, darle continuidad a Romero, hacer sentir cómodo a los cuatro fantásticos o jugar con 5 o 3 defensores dependiendo de la ocasión. Sin embargo, el gran logro del DT argentino se basa en poder conseguir que futbolistas de la elite mundial, logren adecuarse a un trabajo de equipo y solidario con el compañero. Las estrellas mundiales de la Selección, bajaron a tierra y entendieron cual era la manera adecuada de conseguir el objetivo de la final. Atrás quedaron los egos, las individualidades y las ganas de ser el salvador. Hoy, todos (inclusive Messi) se minimizan si es necesario, en post del equipo. 

Argentina se ha caracterizado a lo largo de la Copa en mantener un perfil bajo y todo ese mérito se lo lleva el entrenador. Justo, preciso, escondiendo cuando es necesario y hablando cuando corresponde. Sabella demuestra en cada conferencia de prensa su forma de ser, de vivir y de pensar. El DT está lejos de la verborragia y los exabruptos, por ejemplo, de la última Copa en Sudáfrica, donde el perfil súper estrellado rodeaba a la Selección. Hoy la historia es otra. Los jugadores se encolumnaron detrás del Profesor y cumplen a raja tabla con los mandamientos de Sabella. 

Esta manera de proceder no es simplemente en el momento de declarar. En la cancha, esta Selección juega como siente. No es casualidad ver a Messi sin tanto brillo, pero colaborando en las marcas, retrocediendo con los laterales o volantes centrales. No es casualidad ver a Lavezzi trabajando toda la banda o a Palacio jugando en posiciones que no son las más cómodas para él.  Todo esto es causalidad. Sabella logró lo que entrenadores anteriores no lograron. Consolidó el grupo y bajó a tierra a los galácticos. Todos juntos, en pos de un objetivo, ya están en la final. 

“Ahora son todos Sabellistas”

Juan Sebastián Verón cuestionó ayer el exitismo del fútbol argentino, al ironizar que "ahora son todos “Sabellistas” por la clasificación del seleccionado argentino a una final de la Copa del Mundo después de 24 años. 

El ex mediocampista recordó que el cuerpo técnico argentino fue "muy castigado" durante la previa y la primera fase del Mundial "por tener un estilo diferente y un gusto fubolístico entre comillas distinto" al de una mayoría crítica. "Muchos de estos chicos, a quienes conozco en su mayoría, también fueron castigados pero el fútbol, en algún punto, siempre hace un guiño y da revancha", celebró el ex capitán de Estudiantes de La Plata. 

La Bruja, defendió a su ex entrenador: "Es un proceso que, al margen de cualquier resultado, va a dejar algo. Uno puede reconocer trabajo y constancia. En definitiva, es lo único que importa porque los resultados vienen detrás de eso, son una consecuencia. No sé si es exitoso o no el ciclo, no podría decirlo".

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