La bandera de Los Leales de la que habló todo el país

Es el grupo de hinchas caracterizados que recorrió más de 8 mil kilómetros en los últimos 30 días para acompañar al equipo a todos lados en el tramo final de la Copa de la Liga y en los partidos de la Libertadores.

En el medio de una situación económica delicada, los hinchas de Estudiantes que salieron a celebrar el campeonato el lunes a la noche en Plaza Moreno se ganaron un lugar distintivo dentro de lo que significó el desenlace de la campaña del equipo.

Con un telón que recorrió el país y el mundo por las imágenes que fueron captadas desde la parte superior de la Municipalidad, Los Leales, que son los hinchas más caracterizados que tiene el club desde hace más de 12 años en el centro de la tribuna, se ganaron un rol protagónico en los festejos.

Estos mismos hinchas, además, recorrieron más de 8 mil kilómetros en los últimos 30 días para acompañar al equipo en todas las canchas en las que se permitió el ingreso de las hinchadas.

Coordinados por el “Tata”, uno de los principales referentes que tiene este grupo, el viaje a Santiago del Estero se desarrolló con orden y expectativa.

La caravana partió el sábado a las 14 desde 126 y 43 y llegó a Santiago cerca de las 9 de la mañana del domingo. Allí los fanáticos tuvieron que soportar las caprichosas medidas del operativo de seguridad, ir a parar a un camping a más de 5 kilómetros del estadio y luego dejar estacionados los colectivos a casi 40 cuadras para ir caminando.

Resultó hasta emotivo observar cómo los fieles seguidores cargaron con los enormes bolsos en los que ingresaron las banderas largas durante varias cuadras. Incluso, haciendo postas para rotarse por el peso y apelando a la solidaridad.

En cada paso acompañaba la ilusión de un nuevo título que finalmente los jugadores lograron dentro de la cancha contra Vélez en la definición por penales.

Los Leales aluden justamente a la lealtad que suele haber en cada familia, en donde los códigos y el respeto prevalecen por sobre cualquier circunstancia.

Arriba del micro, a los hinchas los hicieron recorrer casi 380 kilómetros de más, y esto forzó un error de cálculo de los choferes al momento de cargar el combustible. Todo para priorizar o darles mejores condiciones al traslado de los fanáticos de Vélez, que fue el rival de turno, pero que terminó siendo el subcampeón de la Copa de la Liga Profesional por las manos de Mansilla y el acompañamiento incondicional de la hinchada de Estudiantes.

Así como ocurrió en 1982 y 1983 en Córdoba o Avellaneda, en el 2006 en Liniers, en el 2010 en la cancha de Quilmes o el año pasado en la cancha de Lanús, Estudiantes volvió a ganar un campeonato afuera de La Plata y esta vez los santiagueños que viven en las inmediaciones del estadio Madre de Ciudades fueron testigos de la marea roja y blanca que se hizo fuerte con lealtad y en familia para acompañar al León campeón del fútbol argentino.

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