La policía de Brasil colocará mas de 11 mil efectivos para la final en Río de Janeiro

Cuando faltan apenas 48 horas para el día de la gran final del Mundial de Brasil, entre la Argentina y Alemania en el estadio del Maracaná, las autoridades de Río de Janeiro ultimaban ayer los detalles para el operativo de seguridad con el que blindarán la Cidade Maravilhosa, a la espera de una enorme marea de hinchas albicelestes, y para proteger a la decena de líderes internacionales que estarán presentes.

Tras una reunión del ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo; el jefe de la Secretaría Extraordinaria de Seguridad para Grandes Eventos, Augusto Passos Rodrigues; el secretario de Seguridad de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame; representantes de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), de la Policía Federal, de las Fuerzas Armadas y de la FIFA, se prevé el despliegue de unos 26.000 efectivos, casi el doble de los que se han utilizado en partidos anteriores en Río.

"Mantendremos el patrón de excelencia de seguridad pública que hemos tenido desde el inicio de la Copa", resaltó el ministro Cardozo.

Según indicó el vocero de la Secretaría de Seguridad de Río, Pedro Dantas, en los juegos anteriores en el Maracaná había 4000 policías militares en las inmediaciones, y 1200 en la zona turística de Copacabana, donde se encuentra la Fan Fest.

Las fuerzas armadas, que ya tienen apostadas en lugares estratégicos de la ciudad 7000 militares (3100 del ejército; 3000 de la marina; 900 de la fuerza aérea), sumarían otros 1000 hombres, mientras que la Fuerza Nacional enviaría 450 efectivos adicionales. Los agentes de seguridad privada de la FIFA, los stewards, que actúan dentro de las arenas mundialistas, también recibirían refuerzos.