Las juveniles de la B, a una fecha del final del Apertura

Centro de Fomento es uno de los buenos ejemplos en el semillero. Según cuentan sus técnicos, se debe a “la predisposición y la buena cara a la hora del trabajo”

El frío, la humedad, la lluvia y la llovizna quieren imponerse a esta alegría llamada fútbol amateur. Cuando estos meses llegan, estos factores estropean prácticas y a veces fechas enteras. “Está amenazante el tiempo, pero no me anticipo más a pronósticos” dice Mario Ferrari (65), que llegó al club en 1989 cuando había 6 categorías en LIFIPA (y hoy tiene 26 practicando fútbol en dos ligas). El conocido dirigente está muy contento con el proyecto que los puso primero en Juveniles (tabla general de la B de la Liga Amateur). “Proyecto, palabra fácil de nombrar. Ahora se están viendo los frutos de muchos años de trabajo”, dice a Hoy el joven DT Augusto Fernández (23), que el año pasado colgó los botines porque su entusiasmo por dirigir es mucho mayor -¡y está haciendo el curso oficial en la Escuela Adolfo Pedernera-.

El domingo visitarán a Talleres, en cancha de Peñarol de Olmos. “Están con mucha ansiedad, que crece cuando el clima no ayuda, pero la estamos sobrellevando, y también aprovechamos para que aprendan a jugar finales”, contó Luciano Ferrari (31). 

La coordinación la llevan tres personas, Augusto y Luciano, que jugaron en la categoría superior del Albiceleste, junto a otro cerebro: Lucas Cabillón, dos profes de educación física, Facundo Sánchez (exclusivo de la 5ª, y el mismo de 1ª) y Néstor Giantomasi, y un entrenador de arqueros, Sebastián Mozzone.

Hay dos que gritan camp…

La 5ª y 6ª están por ganar el Apertura, mientras el resto está dentro de los primeros cuatro lugares. ¿El secreto? “La predisposición a la hora de trabajar, buena cara, respeto. Es un club social, con chicos que arrastran problemas de la casa, del colegio. Acá queremos que estén contenidos y sumarles una enseñanza”, afirma Ferrari Jr.

Entrenan tres días a la semana y cuando llueve también se juntan para afianzar la voluntad. Colabora para ello la obra recién finalizada: un tinglado en la zona de vestuarios.