Le cuesta salir del pozo

Gimnasia entró en una racha negativa, que puede tomarse como lógica en un certamen tan largo y competitivo, aunque está dejando pasar oportunidades importantes como para tomar aire en la vanguardia del torneo.

Sin embargo, ayer volvió a padecer vuelo futbolístico y tampoco tuvo puntería para imponerse ante un rival de menor jerarquía, que terminó haciendo su negocio en una noche con pocas luces en el estadio del Bosque.

Las charlas entre semana, como las dos caídas en fila que acumulaba, le dieron una lección de cómo salir a afrontar los partidos. Porque, a diferencia de las citas anteriores, Gimnasia arrancó con otro ritmo, mucho menos intenso y más cauteloso, sin el vértigo y la aceleración de esos minutos iniciales en los que muchas veces terminó padeciendo el protagonismo.

Intentó jugar por las bandas, con Mussis por derecha, tirándose al medio para conectarse con los hombres de ataque, lo que permitía la subida de Oreja. A su vez, Chaves buscaba hacer su juego por izquierda, mientras que Nacho Fernández se mostró participativo, pero sin la claridad ni profundidad necesaria.

Por eso, el Lobo tuvo que recurrir a los pases largos o envíos para Quiroga, que se las ingenió para crearse una sola situación de gol, que fue a parar a las manos del arquero. 

A los once minutos se dio una situación que pudo haber modificado el trámite (ver aparte), pero el local, más allá de eso, creó poco peligro, teniendo una chance increíble que desperdició Pereyra tras una contra armada por Chaves, en la que el 10 le sacó la vista a la pelota, le pegó mordido y se la cedió a Campodónico.

Aldosivi, por su parte, aprovechó la espalda de Toti para atacar con Galvan por ese sector, y si no, hacía lo propio con Malcorra por la otra banda para buscar a un movedizo Gigli que salía permanentemente del área para sacar a los centrales. Con poco, el Tiburón complicó, pero ni siquiera hizo esforzar a Monetti.

El desarrollo entró en un pasaje de imprecisiones, con poca pausa y juego acelerado que no condujo a tener asociaciones en ofensiva.

El complemento mejoró en entusiasmo, aunque no en el nivel, porque la visita retrocedió y apostó más a las salidas rápidas, mientras que el Lobo modificó el esquema con los ingresos de Romea y Cabrera, acumulando más gente en ataque.

En medio de la desprolijidad y la abundancia de pelotazos, Mussis rompió estructuras con su habilidad, dejó un par de hombres en el camino y se la entregó a Quiroga, que definió por encima a metros del arquero. Y la más clara la tuvo el ingresado Romea, cuando la inició, tocó para Pereyra, éste combinó con Benavídez y, en el pase final, el atacante marplatense se lo perdió cara a cara con el arquero adversario.

La necesidad lo llevó a desordenarse al cuadro albiazul, que no corrió peligro porque supo, en medio de ciertas falencias, despejar las complicaciones. Aunque tampoco supo cómo burlar una defensa que  defendió un punto valioso ni tuvo la suerte para poder lastimar. 

Gimnasia llegó a tres partidos sin ganar y deberá dejar de lado la preocupación ganando el viernes que viene, cuando tenga otra oportunidad en su casa ante Instituto.

La historia pudo haber sido diferente

El resultado se asemejó a lo que se vio en el desarrollo, que aburrió a la mayoría, especialmente por lo hecho en el primer tiempo. Sin embargo, cuando había comenzado esa etapa, más precisamente a los 11 minutos, se dio una acción polémica que pudo haber modificado el transcurso del encuentro.

Por medio de una buena ejecución de Jonathan Chaves, Gimnasia generó una de las situaciones más claras, que terminó en gol, pero fue invalidado por Andrés Merlos por una mano de Barsottini. 

¿Cómo fue? Toti mandó un centro venenoso, en el que Campodónico falló, rozó el balón y el impacto dio en la mano de Pucho a metros de un arco que estaba en soledad. Ese rebote le quedó a Blengio, que la empujó a la red; sin embargo, el árbitro enseguida lo anuló. Lo concreto es que era gol, porque la pelota ya había superado al arquero, pero el acto reflejo del defensor le jugó una mala pasada. Quedará para la interpretación, pero llovieron las dudas de un hecho que pudo haber modificado la historia.

EL AUSENTE

Lucas Licht. La ausencia del experimentado se sintió en el sector de Nicolás Benavídez

EL AMARILLISTA

Omar Pouso. El charrúa sumó la quinta amarilla y deberá purgar una fecha de suspensión

EL HISTORIAL

Siguen igualados. En cinco partidos, hubo una victoria por bando y otros tres empates

LO QUE VIENE

Gimnasia recibirá, por la 16° fecha, a Instituto. Será el viernes, en principio, a las 21