Quedó sordo por el ruido del estadio

El goleador del Leipzig y el seleccionado alemán, Timo Werner, pidió el cambio a los 32 minutos en la Champions por sentirse aturdido debido al bullicio que provocó la hinchada del Besiktas. Argentina espera algo similar el jueves

La igualdad con Venezuela por la fecha pasada de las Eliminatorias corrió el foco del plano futbolístico a lo contextual. Lo hizo a tal punto que el próximo compromiso de la Selección argentina frente a Perú será en la Bombonera y no en el Monumental, buscando acercar a la gente con los jugadores y poder generar presión en los rivales.

El jueves que viene, en la cancha de Boca, los dirigidos por Jorge Sampaoli se jugarán gran parte de la clasificación al Mundial de Rusia 2018, pero en las últimas horas se dio un hecho muy curioso que tiene relación respecto a la influencia que pueden llegar a generar los hinchas albicelestes.

Por la segunda fecha de la Champions League, el equipo del Leipzig de Alemania cayó 2 a 0 ante Besiktas en su visita a Turquía, donde el estadio “más ruidoso del mundo” sacó del partido al goleador del seleccionado germano, Timo Werner.

El ensordecedor ruido en el Vodafone Park le generó problemas de audición al atacante, quien llegó a pedir unos tapones al cuerpo técnico, pero no hubo caso. Después de estar 32 minutos aturdido, en los cuales se lo observó tapándose los oídos, pidió el cambio y en su lugar ingresó Lukas Klostermann.

Según el diario alemán Bild, Werner estaba sufriendo problemas circulatorios, por lo que después del partido fue derivado a un instituto cercano. “Nunca he visto una atmósfera como esta en mi vida, no pude concentrarme en el partido. Pedí unos tapones y tampoco me ayudaron. Todavía no me siento bien”, dijo el futbolista al medio turco CapaMag Spor.

Los Infiernos de Estambul

Cada vez que juegan Galatasaray y Besiktas como local, los rivales sienten la presión que se ejerce desde las tribunas. Tan es así que ambos estadios, el Ali Sami Yen y el mencionado Vodafone Park (previamente llamado Inönü Stadium), son considerados como “Los Infiernos de Estambul”. Incluso, la cancha de los primeros tiene la inscripción “The Hell” (El Infierno) en sus tribunas.

Para tener un panorama claro al respecto, el ruido se mide en decibelios, y el antiguo estadio del Besiktas tuvo el récord de nivel auditivo durante un partido de fútbol, cuando en 2007 alcanzó los 132 decibelios en un encuentro de Champions League contra Liverpool. En consecuencia, es conocida como la cancha “más ruidosa”, junto al Velodrome francés del Marsella y el Apostolos Nikolaidis griego del Panathinaikos. ¿Podrá la Bombonera, por su fama similar, tener el mismo efecto en Paolo Guerrero y compañía?