Robertito, el guardián de 1 y 57, lo siguió por Radio Gol

El hincha que diariamente recorre el estadio Jorge Luis Hirschi estuvo prendido a la transmisión del 101.3. En diálogo con este medio, el seguidor del Pincha confió: “Quiero mucho a este club”

Mientras el calor azotaba, pasado el mediodía de ayer, entre los pilares de cemento, las tribunas y los escombros, Robertito se sentía en su hábitat. Minutos antes del inicio del partido que disputaron Gimnasia y Estudiantes, Roberto Rodríguez recibió a este medio en el ingreso al estadio Jorge Luis Hirschi, su casa. 

“Este es un lugar muy querido, muy cómodo y tranquilo”, reconoció el hincha caracterizado del León, quien manifestó que el público del Lobo transitó por zonas aledañas a 1 y 57, ya que el reducto albirrojo queda a cuadras de la cancha albiazul. 

“Quiero mucho a este club”, añadió Robertito, quien había presagiado un empate en la previa. “No grito los goles, lo vivo tranquilo. Luego disfruto si se gana”, confesó el protagonista, que lo vivió con respeto, pegado a la radio, vieja compañera de emociones, con el dial clavado en el 101.3,  Radio Gol. 

Quiere quedarse a vivir en el estadio

Este simpatizante, que se hizo famoso en el ambiente de la cancha por movilizarse en una bicicleta similar a la que suelen usar los heladeros en verano (pero reformada con los colores rojo y blanco), expresó su anhelo de quedarse a vivir en los terrenos de 1, donde por estas horas sigue adelante la obra de remodelación del estadio. 

Rodríguez llegó a La Plata hace muchos años y, en primera instancia, se radicó en la localidad de Romero. Cortando el pasto en diferentes viviendas se ganó la vida durante muchos años, hasta que decidió trasladarse al Casco Urbano de la ciudad. 

A comienzos del siglo XXI, bajo la presidencia de Guillermo Cicchetti, se le hizo un lugar en el viejo edificio del Demo, que en un principio iba a ser demolido para dar curso al proyecto del nuevo estadio. 

Según confirmó el secretario de Obras, Miguel Menno, existe la posibilidad de que una parte de ese edificio permanezca en pie y que allí se pueda instalar una habitación para este hincha, que no tiene una casa propia y que durante los últimos doce años (en los que Estudiantes no jugó de local en 1 y 57) se dedicó a custodiar el estadio de noche, recorriendo los terrenos con una linterna cuando escuchaba ruidos o detectaba movimientos extraños.