Se trajo una preocupación Gigante
Sesenta y cinco minutos fueron los que pudo aguantar este equipo que presentó Gimnasia ayer en el Gigante de Arroyito, porque prácticamente la propuesta fue sostener la igualdad en cero y esperar algún desacople para lastimar de contra. Sin embargo, poco pudo hacer y otra vez se volvió con las manos vacías al caer con claridad contra un Rosario Central que hizo poco, pero se llevó lo que buscó.
El Lobo se cuidó desde el arranque, se hizo un equipo largo, dejando a Peralta como único delantero. De todos modos, como el doble cinco no pudo hacerse dueño del mediocampo y le costó recuperar la pelota, Pereyra deambuló sin participación.
En esa primera parte fue más lo que se estudiaron que lo que propusieron. Monetti estuvo atento, conteniendo intentos débiles de afuera, mientras que la dupla central despejó lo que se acercó al área.
Poco pasó en esos minutos, en los que ni siquiera Gimnasia pudo patear al arco y en el que le anularon bien un gol a Matías García por offside. Además, no tuvo desequilibrio por las bandas porque careció de posesión, aunque la misión de mantener la valla invicta corrió sin peligro.
Para el complemento, el Lobo se adelantó unos metros, con una propuesta más incisiva, contando con las subidas de Licht y García por izquierda, además de ciertos movimientos de Peralta para abrir a la defensa.
Más allá de su iniciativa en la parte de arriba, en lo defensivo cometió infracciones innecesarias que terminaron abriendo el partido.
A los 17’, Jesús Méndez ejecutó, Valentini cabeceó a quemarropa y el Mono sacó una bola impresionante para mandarla al córner. De esa jugada vino la réplica, en la que Licht pasó la mitad de la cancha en velocidad, lo vio adelantado a Caranta y la quiso meter desde larga distancia, provocando el “uuhhh” de los hinchas triperos.
El juego entró en emoción, el público local se levantó y en la siguiente, a los 20’, otra pelota parada encontró sólo a Nery Domínguez (habilitado por Pouso), que conectó al segundo palo y rompió la chapa.
De inmediato Troglio movió el banco, se la jugó con Cabrera y Quiroga para tener mayor peso en ofensiva, reacomodando el medio con Mussis y apostando a tener aire en ataque. El 4-4-2 con Cabrera y Pereyra por la bandas no tuvo resultado inmediato. Para colmo, después que Coniglio se lo perdiera de cabeza, en una salida de un lateral, Mussis se la dejó al 9 canalla, que dominó y se la cedió a Carrizo para que éste definiera cruzado a la carrera ante el achique de Monetti.
El último cuarto de partido estuvo de más. Gimnasia siguió yendo con más desorden y centros a la olla que con ideas futbolísticas a la hora de crear acciones de riesgo. Más allá de un tiro libre sin suerte del ingresado Chaves, el Lobo terminó sufriendo, porque dejó espacios y Rosario pudo aumentar la diferencia si no fuera por el Mono.
Otra caída más de visitante se consumó y ya son cinco los cotejos sin sumar de a tres. Pero lo que más preocupa es la forma en la que se van escapando estas oportunidades de retomar el camino, porque se perdió la identidad futbolística.
Otro partido más sin hacer un gol
Después de Douglas Haig y Nueva Chicago, quienes convirtieron 23 goles en estas 17 fechas disputadas, Gimnasia se ubica -junto a Banfield, Atlético Tucumán y Patronato- como el elenco más goleador del campeonato con 22.
Más allá de ese registro, el conjunto albiazul acumuló anoche su cuarto partido sin hacer un gol, eso que a principio de temporada se resolvía con pelotas paradas, por medio de sus defensores y hasta por algunas variantes que tenía en el banco. Hoy la historia es otra.
El Lobo lleva 430 minutos sin poder gritar un tanto, desde que Nacho Fernández lo hiciera a los 20 minutos del primer tiempo contra Defensa y Justicia en el estadio del Bosque, en el partido correspondiente a la 13° jornada.
Tras aquella celebración vino la caída con Gimnasia de Jujuy, los empates frente a Aldosivi e Instituto, y el tropezón de ayer contra Rosario Central.
Esta preocupación obligó a comenzar a evaluar nombres para reforzar la parte ofensiva para la segunda ronda, porque ese déficit puede ser determinante.
EL AUSENTE
Nacho Fernández. El volante puede generar algo distinto y darle fútbol al equipo
LOS AMARILLISTAS
Oreja y Blengio. Los defensores llegaron a la quinta amarilla y no estarán ante Merlo
EL DUELO
Peralta y Peppino. Un par de veces el árbitro los advirtió. Se tiraron manotazos
LO QUE VIENE
Gimnasia cerrará el año el lunes contra Deportivo Merlo. Será a las 18 en el Bosque