Copa Libertadores

¡Estudiantes de la Patria!

Cuando iba perdiendo, el Pincha se reveló y le dio vuelta el partido a Nacional para sellar el pasaporte a los Octavos de Final de la Copa Libertadores en el cierre de un semestre muy extraño. Pavone generó dos penales y Otero definió el pleito. Triunfazo y revolución de mayo...

Mística, constancia y revolución. En la vigilia al día de la patria, Estudiantes se comportó como un verdadero soldado, se aferró a sus convicciones y recuperó la identidad perdida. Le ganó 3 a 1 a Nacional y consumó un objetivo que parecía impensado para muchos, por cómo se había presentado la noche en el Estadio Unico. 

Con los consejos de Sabella, las indicaciones de Benítez y el compromiso de una camada de viejos referentes que ayer festejaron la clasificación como un título, el Pincha cambió la imagen que venía dejando en el semestre y se fue al receso enmendando gran parte de los errores que venía cometiendo con el reprobado entrenador rosarino. 

Como en el 2006 Sporting, o el 2009 contra Cruzeiro, Estudiantes arrancó perdiendo contra Nacional, que manejó el partido durante todo el primer tiempo. 

Inseguro en la marca y nervioso en el ataque, el Pincha apenas pudo reaccionar al gol tempranero de Zunino con un remate de Sánchez que se estrelló en el palo. 

En la parte final, con las cartas echadas sobre el césped irregular del estadio Ciudad de La Plata, Benítez mandó a Juan Otero a la cancha y el partido tomó otro rumbo. Sánchez y Dubarbier ganaron presencia en ataque y Melano se mostró voluntarioso tanto en la presión como en la definición. Tanto es así que el empate llegó rápido a través de una pelota que le quedó al cordobés para definir cruzado y dejar sin reacción al arquero uruguayo. De allí en más los visitantes llenaron el bolso de dudas. 

Con el aliento de los hinchas calentando la fría noche platense, Estudiantes pasó al frente y no tardó en acorralar a su oponente. Lo peloteó por derecha y por izquierda, pero solo pudo empezar a cambiar la historia a través de un penal que fabricó Pavone dentro del área, cuando pateó al arco y la pelota pegó en la mano de Bergessio. Otero no falló en la definición y provocó un delirio en el Estadio. 

Nuevamente Pavone, cuando faltaban pocos minutos para el final, apeló al oficio de jugador de 36 años para engañar al árbitro y dejarse caer dentro del área, y con esa jugada generar un éxtasis entre los fanáticos que dejaron el último hilo de voz tras otra definición acertada de Otero. 

Estudiantes tuvo otra noche histórica. Los jugadores de Nacional rodearon al juez y tuvo que intervenir la policía. “Estudiooo, Estudiooo…”, se escuchó de forma ensordecedora. 

Con el ADN que tanto se pedía, el Pincha ganó confianza y apunta a seguir avanzando en la Copa en el segundo semestre del año. 

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