Por Daniel “Profe” Córdoba

Si no cambia el sistema, seguiremos siendo desconfiables

El análisis del "Profe" sobre el debut de la selección Argentina en la Copa América.

Tal vez el contenido de estas líneas al lector le pueda parecer una antigüedad, y muy riesgoso. Es una mezcla entre lo que le gusta a mi estimado Scaloni y lo que realizan más cómodos los jugadores.

Teniendo en cuenta estos dos ítems: Argentina debería jugar un 1-4-2-4. O sea, obviamente el 1 es el golero. Además, 4 defensas (con laterales que ataquen mucho); 2 centromedios (de los dos, uno o los dos de mucha marca), y 4 delanteros. Arquero, centrales y laterales de marca, y ataque tiene. Dos centromedios de marca, no.

Uno sí: entra Guido Rodríguez (bien de marca) por un buen jugador pero que es muchas veces “ni” (ni ataca ni defiende, que sería De Paul) y Paredes. De Paul y Paredes juntos, no. Y ahora viene lo mejor: adelante 4, que serían, por derecha, Messi (siempre termina jugando allí como en toda su carrera), Lo Celso por izquierda, y dos centrodelanteros como Lautaro Martínez (ya se le dará el gol) y Nico González (centrodelantero es su puesto de origen).

Y les pregunto, ¿cuántos equipos mandarían sus laterales si saben que en la mitad de la cancha quedan esos cuatro puntas para la contra de Argentina? Seguro estoy que nadie se animaría. Con 4 defensores y dos volantes centrales se defiende. Eso, más la ayuda de los cuatro de adelante hasta la mitad. Y en ataque irían los cuatro puntas más dos laterales, quedando muy bien cubiertos para una contra con los 2 centrales y los 2 centrocampistas.

Si no, seguiremos siendo inestables y desconfiables aún ganando 2 a 0, como pasó en Colombia.

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