Sosa, a paso lento y cansino, pero con algunos toques de calidad

Tal como se venía informando a lo largo de la semana, en el primer amistoso del año el técnico de Estudiantes, Abel Balbo, decidió usar como titulares en el mismo equipo a José Ernesto Sosa y Mauro Boselli, aunque no así a Pablo Piatti, quien terminó entrando en el segundo tiempo.

El Principito empezó jugando de segundo volante central, parado más adelante de Jorge Rodríguez en un mediocampo que también tenía a Zapiola por la izquierda y Rollheiser por la derecha.

En los primeros 15 minutos del encuentro Curicó Unido manejó la pelota y Sosa corrió detrás de la misma, haciendo muy poco en la recuperación.

Si bien se mostró voluntarioso para mostrarse, pedir la pelota y tratar de tomar contacto con las jugadas, estuvo desconectado al ritmo que intentaba ponerle Rollheiser por la derecha y en ocasiones también Zapiola por la izquierda.

Recién después de los 15 minutos de juego el Principito pudo tocar más la pelota, parado en la misma posición que antiguamente usaba Juan Sebastián Verón cuando regresó de Europa y jugaba con el Chapu Braña en la mitad de la cancha.

A pesar que hace más de cinco meses que se venía recuperando de una lesión muscular, a Sosa se lo vio más lento que otros jugadores dentro de la cancha y por momentos acusó falta de ritmo para pasar la pelota, ya que muchas veces dio pases que quedaron cortos a sus compañeros.

Recién en la parte final del amistoso contra Curicó Unido, el Principito encontró más espacios para tratar de asociarse con Rollheiser primero, y con Mateo Pellegrino y Boselli después antes de salir reemplazado.

En un momento, cuando se le abrió la posibilidad de picar para sacar un centro desde el sector derecho del ataque, el volante ofensivo llegó tan exigido que le costó levantar la pelota y el remate fue rechazado por un defensor rival.

Lejos de ser el jugador que se destacó entre el 2003 y el 2007 en Estudiantes, Sosa pudo tocar de primera en algunos pasajes del segundo tiempo del primer amistoso del año, pero quedó en deuda con las expectativas que se habían generado con su llegada ante los socios del club, que recurrieron en el mismo comentario: “Hace siete meses que se está preparando…”.