Un goleador de palabra...

Que el suelo todavía es fértil y que asoman futbolistas de nivel es algo que está a la vista. Argentina es la segunda industria más exportadora del mundo en materia de jugadores, solo detrás de Brasil. El asunto recae en los contextos. La volatilidad del dólar y los problemas económicos dejaron al fútbol argentino en una situación de debilidad regional.

En este sentido, muchos de los que se van ya no regresan. Aunque hay excepciones, porque el amor puede con todo. Y un claro ejemplo, siguiendo el legado de Juan Sebastián Verón, puede ser Guido Carrillo, quien en la plenitud de su carrera decidió regresar a Estudiantes para jugar noches de Copa en 1 y 57. El delantero de Magdalena había prometido que volvería a los 31 años y cumplió con su palabra.

Tal como venía adelantando diario Hoy, Carrillo fue anunciado como flamante refuerzo en el Pincha. Si bien su regreso ya estaba resuelto desde hace días, incluso decidió viajar a Uruguay con sus compañeros, restaba el formalismo de la foto y la firma. Una vez que llegó el visto bueno desde China, considerando también la diferencia horaria, las redes sociales albirrojas subieron todo el material que estaba preparado.

Luego de los regresos de Mauro Boselli, Pablo Piatti y José Sosa, la vuelta del delantero significó una bomba informativa para el mercado de pases nacional. Es que Carrillo tuvo ofertas de varios clubes, incluso fue sondeado por Marcos Rojo para aterrizar en la Bombonera, pero el nueve siempre supo que de regresar al país sería para ponerse la camiseta del club de sus amores.

La carrera de Carrillo

El jugador oriundo de Magdalena se formó en las juveniles del Pincha y debutó en Primera en 2011, en un encuentro frente a Huracán. Defendió la camiseta albirroja hasta 2015, convirtiendo 43 goles en las competencias locales, así como también en la Libertadores y Sudamericana.

Luego comenzó su carrera en el exterior, que se desarrolló principalmente en ­Euro­pa, donde pasó por el Mónaco, el ­Southampton, y los clubes españoles Leganés y Elche. El año pasado fue transferido al Henan Songshan Longmen de China, don­de jugó hasta concretar el regreso al León.

Es cierto que su último semestre no fue el mejor, ya que tuvo poca titularidad en una liga de segundo o tercer orden. Pero considerando sus jóvenes 31 años, su olfato goleador y la motivación que le significará jugar en Tierra de Campeones, desde la Secretaría Técnica de ­Estudiantes confían en que Guido tendrá una gran temporada.