Un platense que hizo historia en el taekwondo

Jorge Condomí, integrante del cuerpo técnico del seleccionado nacional, fue galardonado por las máximas autoridades de esta disciplina en Irlanda. Es el primer deportista del país que consigue el noveno dan

Jorge Condomí nació en La Plata hace 62 años. Es integrante del cuerpo técnico de la Selección argentina de taekwondo, forma parte del comité deportivo de nuestro país y también compone la Mesa de Novenos Danes para graduaciones de séptimos y octavos. Además, es director del Centro Internacional de TKD y dicta clases en la Asociación Bancaria.

Más allá de su amplio recorrido en la materia, este año, en Dublín (Irlanda), alcanzó un logro que sobresale. Allí, luego de que la Argentina obtuviera cuatro medallas de oro, otras cuatro de plata y doce de bronce en el Mundial de esta disciplina, Condomí se convirtió en el primer deportista nacional de la historia en ser galardonado con la graduación máxima de este arte marcial: se trata del Grand Master, más conocido como noveno dan.

Delante de las más altas graduaciones y de los mejores competidores del mundo, Jorge fue distinguido por tener más de 60 años, haber permanecido en su anterior graduación más de ocho, tener dentro de sus líneas a dos o tres maestros, aprobar una tesis ITF y ser presentado por tres novenos danes que avalaron su trayectoria nacional y mundial. 

En su visita a la redacción de este medio, Condomí contó detalles de lo que fue un año maravilloso dentro de su filosofía de vida: el taekwondo.

—¿Qué significa tener el noveno dan? 

—Es algo maravilloso, representa la graduación máxima de la disciplina.  En el Campeonato Mundial, después de 44 años practicando taekwondo, me convertí en el segundo deportista en toda América en recibir esta distinción, el primero en la Argentina. La alegría que tengo es inmensa. 

—¿Cuándo comenzaste este camino en el taekwondo?

—A los 16 años. Llevo toda una vida en esto. Estuve en muchos campeonatos del mundo, logré una medalla de oro en Malasia (año 1994) y hoy puedo estar en la Selección. Es el recorrido soñado dentro de la disciplina. 

—¿Cómo ves el crecimiento de la especialidad en la región? 

—Fui uno de los pioneros en la zona, allá por 1975. Conozco bien la historia y el recorrido del arte marcial en nuestra región. Es difícil estar, porque tenés que cumplir requisitos importantes, pero el crecimiento es notable. 

—¿Cómo fue la experiencia mundialista con la Selección? 

—Muy positiva. Hicimos una buena competencia y trajimos muchas medallas. También, en lo personal, fue muy fuerte. Este noveno dan me pesa y todavía no soy consciente de lo que viví. Tendré que sostener lo que conseguí con responsabilidad y continuando en la formación, a través de mi escuela. 

—¿Cómo describirías el taekwondo? 

—Considero que es un deporte que ayuda a encontrar la disciplina que falta tanto hoy en día. No importa la línea, ni la graduación, ni quien enseñe. El taekwondo es muy bueno para la moral, para la educación y deja conceptos muy interesantes. Es un filosofía de vida interna, a la que todas las personas tienen la chance de acceder. 

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