entrevista

Álvaro y Mex Urtizberea presentan Radio Oriente

Los hermanos hablan sobre la película en la que comparten horas junto con otros miembros de la familia, y que narra la historia de un pueblo oprimido que se libera.

Hoy llega a los cines Radio Oriente, de Álvaro Urtizberea, protagonizada por Gonzalo Urtizberea, Marcelo Chirinos y Nicolás Espinoza, y con una participación de Mex Urtizberea, entre otros. Hablamos con Álvaro y Mex para que nos cuenten qué tan especial es realizar un proyecto en familia.

—¿Tiene algo de diferente un proyecto en el cual están involucrados, por ejemplo, como en este caso, los hermanos?

—Álvaro Urtizberea: Y sí, tiene algo de diferente que estén los hermanos, justamente. La película de arranque ya la pensaba como que participaran la mayor cantidad de la familia. Nunca sabíamos que puede ser la última película, pero tenía esa idea y bueno, bárbaro porque están todos mis hermanos. Incluso mi hermano se murió en 2020, y después hay más, Violeta, Felipe y otro sobrino.

—Mex Urtizberea: Filmó y unos días después murió, ¿no?

—AU: Sí, no me acuerdo, pero la película se hizo como en tres etapas por pandemia financiera. Y mi hermano vino en 2020, el 8 de febrero, me acuerdo. Fue al hospital porque no se sentía muy bien, hicieron unos exámenes, estudios, y a las tres, cuatro semanas ya, un cáncer en la vesícula, intratable, y además ya lo tenía diseminado. Y bueno, entonces, hicimos rápido, armamos un decorado, que en mi casa se filma bastante, y como la película es de oyentes y gente que llama y que sé yo, entonces armamos con eso.

—¿Qué te atrajo de la propuesta de Radio Oriente?

—MU: Yo en principio no sabía que tenía atrás esto de la familia. Sabía que trabajaba Gonzalo, que ya trabajó con él varias veces, también de Marcelo, que trabajó con él, pero no sabía, fue una sorpresa un poco. Después me enteré por mis hermanas que mostraron fotos y que hizo toda una cosa así, dedicada a la familia y a mí me movilizaron muchas cosas. Es raro, porque me invitó a encontrarme de vuelta con la familia de una manera. Aunque es un guiño eso, la película trata de otra cosa, no es una historia familiar, no es más mínimo. O sí, pero no de ustedes. Digo, ahí está la familia, otra familia. No, no son los principios, están un montón de cosas que tienen que ver por ahí con la educación.

—AU: Sí, hay como un tema base que es el abuso de poder en general, y después es una historia sencilla.

—MU: Pero es una historia de amor en el sentido de que el pueblo se une ante ese miedo, y eso puede ser lo más familiar, o que tenga que ver, o ya digo, los principios. Es hermosa la película.

—Y te hizo jugar en un tono distinto, digo, ¿no? Porque no te hemos visto en este tipo de personajes…

—MU: Sí, es más, yo para ahí fui con una idea, y él lo cambió todo, y tenía muy claro lo que quería hacer, y estuvo bárbaro, eso, me sorprendió muchas cosas. Pues yo había visto otro trabajo de Álvaro que hizo, pero este para mí es como redondo, es perfecto. Él siempre se mete en mundos, en historias, arma mundos no solamente de la idea, sino físicamente, construye, es carpintero, hace todo, es muy artesanal de lo que hace. Y armó todo un mundo así, artesanal, con toda gente, con dos mangos, con lo que se puede, es muy artístico y le salió bárbaro, divino.

—Ahí hablaba Mex de los valores y hay algo también que tiene la película, digo, si bien transcurre en otra época, pero hay algo esto de recuperar la radio como medio de conexión, que por ahí, en las grandes ciudades, nosotros lo perdimos. Pero digo, esto de pedir un tema o de estar atento a la radio, que hay mucho, sobre todo en Argentina, y uno es como que lo perdió, ¿cómo fue sumar esta idea de la radio que subyace en toda la película?

—AU: Bueno, la idea de la radio, más allá del conflicto, de lo que descubre el encargado sobre la muerte de su padre, era eso. Que toda la pelea saliera al pueblo oprimido y que el pueblo se fuera animando de que hay llamadas con los que no quieren que descubran quién es, pero de a poco se van animando más todavía. Ese es un poco el tema, los niveles de poder. Mientras haya dos personas juntas, ya hay un tema de poder. Aunque estés comprando un sándwich o lo que fuese. Entonces, hacerlo en un pueblo donde estuviera bien marcada esa relación de poder, sobre todo en Marcelo, que es el más capanga en el pueblo.

Y después, viste, hay como subcategorías, está el farmacéutico que aspira a integrar ese grupo de los cuatro, y después hasta que llegan los orientales. Los orientales ya son más capos que todos, y entonces, bueno, ahí es donde hubo un pequeño contraste de actuación, tanto lo que son los orientales y Marcelo tienen una actuación más expansiva, más para afuera y el resto es más retraída respondiendo justamente a esa opresión, ya están como resignados de todo. Después hay otro punto importante que es lo que pasa por detrás, que son todas las mujeres que se están poniendo en contacto entre ellas para armar lo que termina sucediendo en la película. Que no sabemos qué es, pero hay un llamado, me llamaron de acá, no sé cuánto y luego vemos qué sucede.

—Ahí antes hablabas de que Álvaro creaba universos, ¿cómo fue que desde que te lo contó y después finalmente estar ahí armar el personaje con los compañeros también?

—MU: Leí el guion y me dijo qué personaje te gustaría hacer y yo dije que quería ser el traductor, que traducía a los orientales con la gente de acá. Y me gustaba la idea de eso, como un alcahuete y unas cosas ahí, qué extraño. Me encantó cuando de ahí, me encantó, me metí en el mundo, divino. Después me imaginé más o menos porque es lo que vine haciendo, creando mundos. Pero quedó bárbaro.

Noticias Relacionadas