Betiana Blum: “Muscari es muy exigente y siempre te sorprende con todo lo que tiene”

La intérprete se subirá al escenario de la mano de José María Muscari en un rol divertido en el que compartirá las tablas con Julieta Poggio.

Coqueluche, inspirada en una película española del mismo nombre y que tuvo una versión en los años 70 protagonizada por Thelma Biral y Niní Marshall, vuelve a los escenarios con un elenco encabezado por Betiana Blum y Julieta Poggio. El lugar elegido es el Multiteatro Comafi, y para saber más del espectáculo hablamos con Blum.

Coqueluche cuenta además con las actuaciones de Agustín Sullivan, Mónica Villa y Mario Guerci en roles claves. La obra relata el encuentro entre una estrella que recibirá en su casa a una joven muy particular, lidiando con ella, su hijo y un amante que tiene, Coqueluche, dirigida por José María Muscari, marcará el primer protagónico de Poggio en una obra, pero también, el reencuentro entre Blum y Villa en un escenario tras años de haber rodado Esperando la carroza, un clásico de la cinematografía local.

Blum ha tenido grandes éxitos en TV como Soy gitano, Valientes, Herederos de una venganza y El buen retiro; y en los escenarios porteños también, desde las recientes Mentiras inteligentes y La pipa de la paz a la inolvidable Yo amo a Shirley Valentine, unipersonal que en cine fue un éxito de la mano de Pauline Collins, bajo dirección de Lewis Gilbert, y que la actriz pudo llevarlo a los escenarios argentinos.

—Sé que José María y vos querían en algún momento trabajar y finalmente se dio, y con Coqueluche. ¿Cómo recibiste esta propuesta? ¿Le dijiste que sí enseguida?

—Bueno, fue una noche, estaba despierta, suena el teléfono y era Carlitos Rottemberg y me dijo: “Te ofrezco esto”. Me dijo todo. Entonces, era tan concreto y claro lo que me decía que me preguntó si me interesaba, yo ya conocía el proyecto y sí, claro que me interesaba. Así que prácticamente le dije que sí.

—¿Conocías a Julieta? ¿Cómo recibiste la noticia de su coprotagónico y las diferentes incorporaciones del resto del elenco?

—Y después, bueno, vino todo el resto, y bueno, aparte me encantó las personas que se fueron convocando como Julieta, que realmente, es un hallazgo, que tenga esa popularidad y que aparte tenga formación. Porque a veces eso no va de la mano. La fui a ver en Fuerza Bruta, porque a mi nieta le encanta, y yo por ahí pensé que sólo aparecía, pero no, estaba a la altura de estos participantes, y me sorprendió.

—A casi 40 años de rodar juntas Esperando la carroza, ¿cómo fue reencontrarte con Mónica en un escenario? Sé que habían participado en algunas cosas juntas en tele, pero esta es la verdadera vuelta de ustedes como dupla...

—Cuando la primera vez me dijeron de la posibilidad, pensé: “Ojalá que acepte, porque sería una alegría enorme, porque es una actriz muy buena”. Pero es una persona increíble, y es una delicia compartir con ella en el teatro. Porque en el teatro compartís mucho.

—Claro, porque para nosotros, como espectadores, una obra es una hora y media, pero para ustedes es mucho más...

—Cuando hacés teatro es cuando más horas compartís con los demás. Así que cuando me dijeron que aceptó, felicidad total. Después se sumaron Sullivan y Guerci, así que, bueno, felicidad total. Ya era un clima de trabajo muy lindo, muy serio, muy divertido, Muscari es muy exigente y siempre te sorprende con todo lo que tiene, la música, todo.

—Ahí me decía Mónica que por ahí un día van y ensayan de una manera y al otro por ahí se cambian cosas. ¿Cómo es también que la obra viva y vaya cambiando tanto?

—Eso es Muscari, pero él tiene claro lo que quiere. Cuando él empezó a ensayar, ya tenía la música. Ya pone la música, pero después la escena mano a mano, y después van las sorpresas que nos va presentando. Así que es como un parque de diversión.

—Y lo lindo que tiene Coqueluche también es que es una obra para toda la familia en la calle Corrientes, porque si uno repasa la cartelera, no hay muchas propuestas que sean un verdadero plan para todos los miembros de un grupo familiar...

—Porque la obra es muy divertida, pero tiene valores también, porque esta contraposición de una chiquita que es como un animalito, y esta mujer que todo es postura, una diva como las de antes, de una gran posición económica, también aparece la relación con el hijo, la relación con el hijo, con el gigoló, muestra todos los aspectos, y siempre, en la forma de contarlo, no podemos spoilear todo, pero siempre se van a rescatar los valores.

—¿Cómo estás viviendo la previa, los ensayos, la promoción, siendo que ya se viene el estreno? La gente ya agotó funciones, es un fenómeno muy particular esto que sin estrenarse ya se hayan vendido tantas entradas...

—Yo le agradezco a la gente este acto de fe. Porque una entrada en teatro hoy en día también es una inversión. Feliz, feliz. Espero estar a la altura de la situación. Mirá, lo que es claro es que hicimos un trabajo muy serio. Muy serio. Nos divertimos mucho. Estoy muy feliz porque de verdad yo siempre digo que el pan amargo, no, viste que la salud tiene mucho que ver con los conflictos, y entonces que tengas este clima de trabajo y gente tan sana, que están pensando en la profesión, estamos felices con el proyecto.

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