Cantantes que pasaron por la pantalla grande

Fueron muchas las celebridades consagradas en la música que también se animaron al cine y la televisión. Diario Hoy repasa algunos de los casos más famosos de los últimos años.

En un set de filmación o en un estudio de grabación, frente a una claqueta o rodeados de una banda musical. Hay celebridades que a lo largo de su carrera han despuntado el vicio tanto en cine y la televisión como en sus shows musicales o discos. Vale un repaso histórico por algunos de los nombres actuales más importantes.

Uno de ellos supo cosechar y mantener cierto idilio con el público argentino: se trata de Chayanne. Nació en 1968 en Río Piedras, Puerto Rico. Se puede decir que desde chico estuvo predestinado a realizarse entre la crema de la fama artística ya que su apodo fue elegido por su madre en homenaje a una serie de televisión norteamericana de la década de 1950, Cheyenne. Su carrera musical comenzó bastante de joven, hacia finales de los ‘70, como integrante del grupo Los Chicos, formado por cuatro jovencitos ganadores de una audición (algo similar al recordado Menudo de Ricky Martin). Ya a partir de la década del ‘80 despuntó su carrera solista. Después de algunos primeros éxitos, hacia fines de la década firmó con Sony para editar el álbum Chayanne ‘87.

Luego de cosechar éxitos en el mercado de su país y de Estados Unidos empezó a tener cierto éxito en América Latina, sobre todo atado al fenómeno de MTV. Sus discos se caracterizan por recalar en géneros como la balada romántica y tonadas bailables de Centroamérica. Por otra parte, en la pantalla también comenzó de chico –por ejemplo, con aquel grupo Los Chicos llegaron a filmar una película antes de separarse. Primero fueron cameos y participaciones en novelas locales y luego formó parte de algunas producciones que copaban el mercado norteamericano, como por ejemplo Dance with me (1998), primer filme hollywoodense donde interpreta a un bailarín cubano. Pero la explosión actoral en la Argentina llega hacia comienzos del siglo XX con la telenovela Provócame. Junto a Araceli González y Romina Yan, él interpreta a Pedro Balmaceda, un cuidador de caballos recién llegado de Miami al mando del equino llamado Chocolate. Así, su amor será disputado por Ana Laura Villalobos Kent (González) y Marisol Anzóategui (Yan). Una de sus canciones oficiaba como tema principal: Hasta que el alma resista. En la televisión argentina aún queda el recuerdo de sus inquietantes y sensuales movimientos de baile.

Otro caso es el del actor Marc Anthony. Su nombre real es Marco Antonio Muñiz Rivera, nació en Nueva York en 1968 y es hijo de padres puertorriqueños. En esa época la metrópoli albergaba una comunidad afrolatina muy importante. Al igual que con el ya citado Chayanne, su apodo artístico fue legado por su padre, en homenaje a Marco Antonio Muñiz Vega, un recordado bolerista mexicano. Su recorrido discográfico es un abultado registro de álbumes, desde su debut en 1991 con When the night is over (con Little Louie Vega) hasta Pa’ allá voy, editado hacia comienzos de este 2022. No solo ha cosechado primeros puestos en algunos charts estadounidenses, sino que también ha hecho desde Miami, lugar en el que reside desde años, una especie de factoría para la música comercial del mercado latino. Sus discos están colmados, sobre todo, de boleros, salsa y las baladas románticas.

Pero también en el cine ha tenido cierto brillo su presencia boricua. Debutó en 1994 en Natural causes (del director James Becket) donde interpretó a un guardia marino. Uno de los primeros elogios a su costado actoral llegó con la película The substitute (de Robert Mandel), en la cual encarnó al traficante de drogas Juan Lacas. Debido a su gran performance fue convocado por, nada más y nada menos, Martin Scorsese para la película Bringing out the dead (1999), donde compartió créditos con Nicolas Cage, Patricia Arquette y John Goodman. Allí se metió en el papel de Noel.

En 2006 y a través de quien en ese momento era su esposa, la célebre Jennifer López, su calzó el traje de su ídolo, el salsero Héctor Lavoe, pues lo interpretó en una suerte de biopic llamada El cantante. No es difícil pensar que no falta mucho para que la estampa latina de Anthony vuelva a reflejarse en una superproducción hollywoodense (y que allí entonará algunos de sus boleros preferidos).

Obvio que luego de Marc hay que seguir la figura estelar de ­Jennifer López. Ella también nació en Nueva York, en 1969. Su nombre real es Jennifer Lynn Afleck y también es hija de padres puertorriqueños, David López y Guadalupe Rodríguez, y se crio en Castle Hill, Bronx. Desde chica tuvo el sueño de convertirse en una estrella de cine, aunque la respuesta de sus padres siempre era igual: los latinos no llegaban a lograr nada en Hollywood. Finalmente, terminaría haciendo astillas aquella respuesta.

Comenzó su carrera en 1987 con algunos papeles secundarios y obtuvo su primer protagónico en 1993 en la película de drama Nurses on the line: the crash of Flight 7, junto a Lindsay Wagner y Robert Loggia. En junio de 1997 hizo uno de sus papeles más recordados y celebrados por la crítica junto a George Clooney en Out of sight, película de Steven Soderbergh. Fue para esa época que empezó a despuntar su carrera como cantante y estrella pop. Su debut significó un cimbronazo en su recorrido artístico.

El 1° de junio de 1999 lanzó su primer álbum, llamado On the 6 en honor a la línea del metro neoyorquino que tomaba todos los días para ir a sus clases de canto. El disco fue un éxito, debutando en el Top 10 del Billboard. Su primer sencillo, If you had my love, alcanzó el número uno del Billboard Hot 100. Asimismo, lanzó un sencillo para el mercado latino llamado No me ames, un dúo que hizo con Anthony. Este dueto también alcanzó el número uno del Billboard Latin Tracks durante diez semanas consecutivas.

Al día de hoy, ella es una de las cantantes pop más importantes a nivel mundial. No solo ha vendido millones de discos a lo largo de su recorrido sino que también es productora, diseñadora, bailarina, lanzó su primera fragancia y más. Lo que se dice: toda una empresaria.

Vale citar otros casos más laterales pero igualmente importantes. Por ejemplo, la islandesa Björk (considerada una vanguardista en la música) tuvo varios papeles en el cine, pero el más recordado es el que le valió el premio a la mejor actriz en el Festival de Cannes del 2000 por Dancer in the dark de Lars Von Trier.

Por su parte, la superestrella pop Lady Gaga conquistó el mundo con sus discos y espectáculos, pero también a través del cine. Por ejemplo, estuvo nominada a los premios Óscar y ganó el National Board of Review a mejor actriz por el drama musical dirigido por Bradley Cooper, A star is born (2018).

En la Argentina, el mejor

No se podría cerrar este fugaz repaso sin antes referenciar y nombrar a quien quizás sea el precursor de todo esto, el primero en haberse dedicado a la música y al cine. Incluso antes que Frank Sinatra. Fue argentino y se llamó Carlos Gardel. Le decían “El Zorzal Criollo”, “El Mudo”, “El Morocho del Abasto”... En definitiva, el jefe del tango.

Fue un visionario, ya que hacia finales de los años 20, cuando la industria del cine recién comenzaba, ahí estaba él, expandiendo su voz y su cara para todo el mundo. Entre la pila de películas que hizo se pueden contar Flor de durazno (muda, de 1917), Las luces de Buenos Aires (1931), El día que me quieras y Tango Bar, ambas de 1935, filmadas apenas tiempo antes de su trágico desenlace. Salvo la primera, todo el resto de su filmografía la hizo con la Paramount.

En muchas de sus películas, el guionista fue uno de sus ­parceros preferidos: Alfredo

Le Pera, lo que se dice una verdadera sociedad creativa. Carlitos, el primero en todo, no solo canta, sino que cada día actúa mejor.

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