Complicado y aturdido: Rubén Mühlberger declaró ante la Justicia
Durante la indagatoria, el doctor de los famosos sufrió lagunas mentales, pues asumió los hechos, luego los negó y después delegó las culpas en un desconocido.
Bajo la acusación de tres delitos constituidos por la apertura de su clínica en plena cuarentena: promocionar tener la cura del coronavirus, mantener una institución sin habilitación y abandono de persona, el doctor Rubén Mühlberger está detenido y prestó la correspondiente declaración indagatoria.
La fiscal de la causa Valeria Massaglia puso manos a la obra e indagó sobre la cura del virus que promocionaba el especialista con un amplio cartel en su negocio. Ante los hechos de público conocimiento, el hombre explicó vagamente que nunca se percató de su contenido. A pesar de la poca memoria, la mujer reprodujo un clip que visibiliza su participación en el programa de Moria Casán donde dice “Yo tengo la fórmula contra el coronavirus”.
Además, su secretaria personal Natalia Davini difundió un video por Whatsapp en el que el doctor asegura tener la dosis que combatirá la Covid-19. Más allá de la triste circunstancia, aún no existe tal invento en ningún lugar del mundo. Lejos de mostrarse arrepentido, continuó defendiendo su buen nombre y está asesorado por Antonio Barrios y Mariano Cuneo Libarona.
Respecto a la habilitación de la clínica, Mühlberger aseguró que los procedimientos estaban en marcha. Y en pleno discurso aceptó su culpabilidad en los delitos que se le adjudican, aunque luego los negó o delegó culpas. Esto último se dio en la imprecisión de las fechas, al no recordar los nombres de sus empleados, entre otros.
Días atrás, la Fiscalía N° 11 recibió la denuncia de una mujer que alegó que su papá se atendía en el lugar que está clausurado, ingirió las pastillas que le recetaron y murió a los pocos días. Su nombre y otros datos no se dieron a conocer para resguardarla. Así resultó detenido con prisión domiciliaria porque es un paciente inmunodeprimido por el tratamiento que atraviesa contra una patología cancerígena.
Mientras pasan los días, las personas se animaron a dar su versión de los hechos y se comunican con las autoridades correspondientes. En este marco poco amable, la defensa del médico se apresura para obtener testigos y pacientes famosos para que lo respalden de forma pública y así mejorar su reputación.