Daniela Goggi: “Es una película construida con el imaginario argentino”

La realizadora se afirma como autora con esta propuesta.

El rapto sigue la historia de Julio Levy (Rodrigo de la Serna) y su familia cuando regresan a la Argentina después de un largo exilio, con el fin de disfrutar su vida en democracia y colaborar en la empresa familiar. Un hecho altera sus planes. Su hermano (Germán Palacios) es secuestrado, obligando a Julio a ocupar su lugar en el negocio familiar, mientras administra la empresa y lidera una compleja operación para rescatar a su hermano. Julio descubrirá la cara de las fuerzas ocultas que todavía operan detrás de la recién recuperada democracia argentina. Daniela Goggi es su directora, y contó a Hoy sus impresiones.

―¿Sensaciones de mostrar finalmente la película en el país?

―Estoy muy emocionada, es una película construida con el imaginario argentino y me parece que es una película muy local también, eso te pone expectante y te pone en un lugar de que hablemos, me parece, abrir un debate o abrir debates, preguntas; generalmente uno trabaja y hace películas para eso, para trabajar temas que a uno lo conmueven, historias que a uno lo conmueven, y saber qué pasa con los espectadores y empezar a dialogar. Si hay una forma también de ver el mundo histórico de otra forma es haciendo películas con las que uno comulga.

―¿Cómo fue el trabajo de reconstrucción de época? Venís de hacer una serie en la que hubo reconstrucción de época y acá también: ¿cómo es el desafío de imaginarte narrar una historia, pero también armar todo ese contexto para que el espectador lo reconozca o el que no lo vivió diga: “Ah, mirá, esto era así en este momento”?

―Es muy placentero, y, la verdad, me siento una privilegiada de conseguir los recursos para hacer una película como El rapto, ambientada en la década del ochenta. Ese verosímil, ¿y qué es el verosímil? Es sentirte de 1983 y que nada de los elementos haga ruido y que pasen como naturales, porque ni siquiera que parezca cartón pintado y digas: “Ah, me remite a...”. Uno no trabaja solo cuando construye esto, tenemos un director de arte que es Sebastián Orgambide, una vestuarista que es Pheonia Veloz y un director de fotografía que es Fernando Locket, entonces cuando vos empezás a construir el universo y tenés los colaboradores para hacerlo y entender que no es todo, sino lo que nosotros queremos. El director de sonido, Leandro de Loredo, trabajó el sonido, cómo suenan los teléfonos fijos, lo llamamos “la sinfonía de los teléfonos”, la sinfonía de los caños de escape de los autos de los 80, la reconstrucción de cuál era el sonido en la calle.

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