entrevista

Diego Cremonesi: “Es una obra que nos identifica a todos”

El talentoso intérprete debutó en la Calle Corrientes con una obra que tiene un gran elenco encabezado por Carla Peterson.

Reverso, que se presenta en Paseo La Plaza, es una de las grandes obras de 2024. Diego Cremonesi es parte de ella, por lo que hablamos con él para saber más detalles de la propuesta y la vuelta tras un impasse.

—¿Cómo viven esta locura que es la obra y también la respuesta que están teniendo de la gente?

—Bueno, felices, porque cuando empezás a hacer una obra, más allá de la expectativa que tenés y de la alegría del encuentro, no sabes cómo va a funcionar. Ahí hay muchos factores que nos exceden. Y me parece que esta obra, al ser una clásica producción comercial, con un gran productor por detrás, con mucha prensa, muchas imágenes en la calle y demás, dependíamos absolutamente de cómo funcione; que a la gente le guste, que la gente la vaya recomendando y que haya algo de ese boca a boca que empiece a funcionar. Entonces, nosotros teníamos una primera temporada planteada hasta julio y ver qué pasaba. No había ninguna garantía de hacer una segunda parte. Y esta segunda etapa es una alegría inmensa porque habla de la confirmación con relación a lo que venimos haciendo, de que es algo que está funcionando, que está bueno. Es una obra que siento que nos identifica a todos quienes la estamos haciendo. Y no porque venimos todos de hacer ese tipo de teatro, sino porque acá encontramos un material donde nos encontramos, donde se genera una comunión artística entre todos y todas, y nos sentimos muy parte. Hay algo de esta cosa de ser una cooperativa, de ser un grupo de artistas que venimos de palos tan distintos, y que nos abrazamos a la causa que fue esta obra, que te da un sentido de pertenencia muy grande. Esta segunda chance, de esta segunda temporada, para nosotros es una fiesta, así que se van a encontrar con un elenco que va por todo.

—La obra tiene una estructura distinta que, teniendo el elencazo y lo grandes que son ustedes, podrían haber apostado algo completamente diferente. Es una obra que invita a pensar…

—Yo creo que la obra es valiente en ese sentido. Que se anima en un contexto como es el teatro comercial, que tiene algunas reglas a cumplir, que tienen que ver con el entretenimiento, la risa y la comprensión de aquello que estás viendo. Que la obra se permite jugar con el riesgo de que no todo sea necesariamente como uno está acostumbrado. No es una obra que te permite sentarte en la platea y saber, ah, esta es la mujer, ahora entra el amante y se van a pasar cosas entre ellos, no la va a ver cuando sale y cierra la puerta. Sino que es una obra que, a través de la dramaturgia de Matías Feldman, rompe algo de esa estructura, pero que tiene un dispositivo teatral y actoral. Siendo tan pregnante y tan potente, tan generoso, que si uno hace el ejercicio de entregarse diez minutos y no poner la cabeza por delante, de tratar de entender a todo absolutamente de entrada, hay algo de eso que empieza a ganar. Entonces, creo que cumple con los requisitos del teatro comercial en relación con el entretenimiento, la risa, el ritmo, la velocidad, y a la vez se permite jugar con la profundidad que te puede llegar a permitir el teatro independiente de una búsqueda más profunda, lo que nos está diciendo, lo que está por detrás, lo que no está tan claro. Y todo eso se conjuga con un grupo de actores y actrices que están actuando como si fueran artistas circenses, en un malabarismo constante, esta cosa de la coordinación, de la entrega y del trabajo en equipo, que no es formal. Si uno se cae, nos caemos todos. Si el del medio de la torre humana esa noche no durmió bien y está medio debilitado, nos vamos a caer todos y nos vamos a destruir. Es una obra que depende de todos para estar. Y eso hace que suceda algo ahí que no siempre sucede. Es una obra que no puedes ir a medias tampoco. Te deja muy expuesto como actor si vos no vas a fondo en este juego. Entonces, creo que hay algo de lo lúdico y de los permisos que te puede dar el universo donde sucede la obra, que es este metaverso, que es un metaverso que estamos inventando, que no sabemos cómo es, pero para actuar nos da ganas de que sea así. Y a la vez, eso lúdico y cómico está al mismo tiempo transitando algo que es profundo, dramático y que nos obliga a reflexionar un poco. Creo que es algo difícil cuando uno se mete con una comedia dramática, intentar que la comedia y el drama convivan y coexistan de alguna manera. Creo que la obra lo cumple.

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