El adiós a César Mascetti

El periodista padecía una enfermedad terminal y estaba hospitalizado desde hacía unos meses. El gran comunicador que estudió en la UNLP dejó este mundo para irse de gira eterna.

El mundo de la comunicación sufrió una gran pérdida por el fallecimiento del reconocido periodista televisivo César Alberto Mascetti, luego de batallar contra una grave enfermedad que lo mantuvo hospitalizado hasta el presente.

Nacido en San Pedro en 1941, el conductor inició su camino en el periodismo estudiando en la Universidad Nacional de La Plata, para luego comenzar a trabajar en un diario llamado El Independiente, que fue fundado por su abuelo, Alejandro Mascetti. Tras este primer acercamiento a la profesión, el hombre probó suerte en la ciudad de la furia y así fue como llegó a otros medios gráficos de alcance nacional hasta el desembarco en los contenidos para la pantalla chica.

Con esmero y dedicación, César se convirtió en un entrevistador en profundidad que marcó una mane­ra de hacer notas y generar empatía con los invitados. Así fue que los personajes más importantes de Argentina no dudaron en brindar sus testimonios y el fallecido logró entrevistas históricas como las sucedidas con Salvador Allende, Arturo Umberto Illia, Juan Domin­go Perón y Jorge Luis Borges, entre otros. Además participó de ciclos como Los temas del día, Mónica presenta, De 7 a 8, El candidato, El espejo y Desayuno.

La llegada a canal 13 también significó un momento que cambiaría su vida, puesto que fue el espacio en donde conoció a Mónica Cahen D’Anvers, que sería su compañera al frente del noticiero.

En ese contexto, la empatía traspasaría el set de televisión y así emprenderían una relación marital que duró hasta estos días. Esta pareja fue precursora en la señal del 13 por estar por más de dos décadas al aire y retirarse en el momento oportuno.

Luego, quisieron mantenerse por fuera del raid mediático y es por ello que se mudaron a una quinta que construyeron con mucho esfuerzo y dedicación, llamada La Campiña de Mónica y César; el predio es reconocido por ser además un espacio turístico. A la vez, él le propuso matrimonio a su compañera de vida y pasaron por el registro civil para celebrar los 25 años vividos.

Este retiro voluntario a una vida en paz se debió a un consejo que les dio un terapeuta. Este testimonio fue brindado por César a un medio argentino: “Nunca nos arrepentimos del cambio. Cuando estábamos pensando en irnos de la tele, un brillante psicoanalista con el que hacíamos terapia nos tiró una frase que terminó por definir nuestra decisión: No sé ustedes, pero yo quiero que a mí la muerte me encuentre vivo, nos dijo. Y ahí se nos bajó el telón. ¿Qué sentido tenía seguir trabajando con semejante carga horaria si eso no nos permitía estar más conectados con la vida?”. Y concluyó: “Nosotros también queremos estar vivos cuando nos llegue la hora. Somos viejos vitales y transitamos esta etapa de nuestras vidas con la plena certeza de que estamos aprovechando cada instante que tenemos”.

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