entrevista

Esteban Bigliardi: “Estamos en alerta”

El talentoso intérprete comparte sus vivencias profesionales en un pódcast junto al chileno Luis Gnecco y reflexiona sobre la actualidad.

Esteban Bigliardi está de estreno, pero esta vez no es una producción cinematográfica o una serie, sino que estrena un episodio del pódcast de MUBI y La corriente del golfo, MUBI Podcast: Encuentros, que ya está disponible en todas las plataformas. Allí comparte ideas sobre la profesión junto al chileno Luis Gnecco. Diario Hoy dialogó con Bigliardi para saber más sobre el proyecto y su mirada sobre los ataques a la cultura en general.

—¿Cómo fue participar de la experiencia de este pódcast y poder dialogar con otro colega, cordillera mediante, para hablar de lo que es el actuar y demás?

—Estaba muy buena la verdad la propuesta, pero encima cuando me dijeron que era Luis el compañero, que es un actor que admiro muchísimo, un actor fetiche de Pablo Larraín. Después, la charla en sí, fue como de mucho aprender, de escucharlo y también un tipo de charla con los actores, aunque nos cruzamos todo el tiempo, que se da en el marco ideal para poder tener una charla así. Porque yo no participo mucho de cosas así, o de mesas redondas donde se puede hablar así, para mí fue muy enriquecedor y sobre todo un actor más grande que yo, con una carrera de décadas. Y tener la posibilidad de preguntar cosas que me dan curiosidad, afirmar ciertas intuiciones que tengo al respecto, que yo también voy acumulando y aprendiendo de del oficio y también otras por descubrir, que me contó durante la charla, que fue una masterclass de actuaciones.

—Ahí me decías que por ahí no se da este espacio para la charla, vos generalmente estás rodeado de colegas y tenés como un grupo que siempre se ven, pero por ahí la charla va por otro lado…

—Sí, estamos todo el tiempo en contacto y hablás un montón, pero cuando te generan un marco como más formal para una charla, para profundizar sobre la actuación, donde uno puede expresar ideas y contar experiencias y compartirlas con el otro, hay un ida y vuelta. Y ese marco hace que se profundice más en el asunto, porque de alguna manera es más serio el marco. Igual uno está todo el tiempo asimilando este tipo de información, inclusive trabajando en una película o en una serie y con actrices, actores, trabajo de esta manera, ves que te puede servir y la tomás, y la incorporas a tu propia forma de actuar. Y fue muy lindo también porque se dio cada uno en un estudio, nos sentamos, empezamos a hablar de actuación una hora y media, nos hacíamos preguntas y él podía hacer una exposición o contestarme y contarme su experiencia, algo más intensivo que una charla por arriba que uno puede tener con un colega. Así que en ese sentido fue hermoso.

—¿Sos de escuchar pódcasts más allá de estos encuentros particularmente?

—Sí, pero escucho más pódcasts de correr y de corredores, también escucho uno de espiritualidad que entrevista a monjes y budistas y gente del mundo espiritual que son muy hermosos, poetas, artistas, gente que tiene cierta conexión con lo más espiritual, pero sí me encanta escuchar.

—¿Los escuchás cuando corrés o te haces un tiempo?

—Mirá, escucho mucho en viajes, como ese mundo aeropuerto, ¿viste?, ahí es como el momento donde más escucho. Después a veces también en viajes largos en auto, viajo mucho a la Patagonia, que son dos días de viaje, y cuando vengo en auto pongo y voy escuchando. Eso en casa me cuesta más, o en ciudad me cuesta un poco más, pero siempre cuando viajo escucho.

—¿Qué te llevaste de la experiencia, de este intercambio?

—A mí, sobre todo, desde los actores y de las actrices y en el caso de Luis también, que conozco, lo que más curiosidad te da siempre es cuando ves algo logrado en una escena, qué camino hizo el actor o la actriz para llegar ahí. Cómo fue ese día, se levantó, llegó al set, cómo se preparó, cómo sabía el texto, o no lo sabía e improviso, qué predisposición energética o espiritual, o qué conexión con el colega con el que hizo la escena tuvo, o sea, como los caminos. Y para mí con Luis la charla tuvo momentos muy enriquecedores, y también de correrle el velo al trabajo, del juego de improvisación, si se ensayó eso o llegaste al set y ahí fue probando, como ese tipo de cosas que de golpe también es escuchar, en este caso a Luis y si de golpe hay momentos de luminosidad, qué pasa si se mira esto. Él hablaba también en un momento como que cuando se está acercando el momento de hacer la escena empieza a cortar las conexiones con el afuera, primero se concentra en el texto y en un momento se empieza a quedar en su mundo y como que ya desconecta los sensores y le prenden la cámara y él sale ahí y es esa persona. En fin, nada, me da mucha curiosidad, por eso me devoro los documentales de directores de cine, hace poco vi el de Spielberg y ver todos esos procesos, me encantan.

—¿Cómo viene un poco este año de trabajo dentro de este contexto complicado que nos toca vivir en Argentina y los ataques a la cultura?

—En lo personal acabo de terminar una serie, estuve todo el verano filmando, pero algo por fuera de Argentina, en el Caribe, desde noviembre hasta hace un mes, una producción de afuera. Después volvía a Buenos Aires y filmé una película de Milagros Mumenthaler, que la terminamos de filmar hace un par de semanas, y tengo otra película. En lo personal tengo trabajo todo el año acá, pero también esto que está pasando es de una gravedad, no solo para nosotros, para mí y para la industria, para un montón de técnicos, un montón de gente, sino viendo el cuadro grande, para una generación. De alguna manera el INCAA y financiando el cine se forma generación entonces los chicos de 20, 21, 22, 23 años, los que están empezando en esto, están solos. El instituto para nosotros fue un gran formador de actores, de técnicos, de directores, que después todos ellos son los Santiago Mitre que van al Óscar a Estados Unidos, o los Rodrigo Moreno que viajan con sus películas por todo el mundo, y esas películas son compradas por plataformas y esa plata ingresa a Argentina. O sea, somos una generación que le está devolviendo a la economía argentina con creces, se generó una industria con eso de alguna manera. Estamos de algún modo asimilando el golpe y ver para cómo nos armamos, cómo hacer la continuidad del cine. Estamos acá, nosotros hacemos cine, con plata y sin plata, nos podemos organizar. Amamos lo que hacemos como para que sea pisoteado algo importante. Estamos en alerta.

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