entrevista

Mirtha Busnelli y Anita Pauls estrenan La estrella que perdí

Tras su paso por festivales, finalmente llega a los cines la propuesta en la que analizan vínculos y la profesión que también las une: la actuación.

Si bien Mirtha Busnelli y Anita Pauls ya habían trabajado juntas hace algunos años, es la primera vez que lo hacen en el cine y compartiendo protagónico en La estrella que perdí, de Luz Orlando Brennan, un relato sobre una madre y una hija que tratan de entenderse mientras que un hecho particular las hará repensar su vínculo y las contradicciones de una profesión que en la vida real comparten. Hablamos con ambas para saber detalles de esta propuesta.

—¿Sensaciones de compartir este proyecto? ¿Es la segunda vez que trabajan juntas?

—Mirtha Busnelli: Trabajamos en dos programas o algo más, pero a veces no teníamos escenas juntas y no tenía la magnitud de esto donde somos las dos coprotagonistas como en esta película y bueno, yo hago la madre por ahora y ella hace mi hija.

–Anita Pauls: Hacía tiempo que yo tenía ganas de trabajar con mi mamá, si bien habíamos trabajado juntas previamente en un par de oportunidades en cine, en alguna cosita de teatro, audiovisual y en televisión, nunca estos personajes de madre e hija. Y en una película en el que el vínculo madre e hija está en primer plano, así que muy feliz de haber tenido la posibilidad de trabajar con ella en este peliculón de Luz Orlando Brennan.

–MB: Una maravillosa directora que nos llevó por el camino del bien, con un poco de mal para que sea más sabroso.

—Cuando llega Luz y les propone hacer la película, ¿qué fue lo primero que pensaron? ¿Se lo propuso a las dos o primero a una y después a otra?

—AP: Yo la conocí a Luz a través de una amiga en común, Belén Arana, y empezamos a trabajar en otro proyecto, en una serie y bueno, como son las cosas del cine, de la televisión, de repente le dieron luz verde para avanzar con esta película que ya había escrito y pensó en mí, en nosotras, para interpretar a Norma y Celeste. Para mí fue un honor, desde que me llegó el guion que no paré de leerlo, quedé hipnotizada. Me sumergí profundamente en el guion y me pasaron cosas tan lindas que bueno cómo no hacer esto, y las puse en contacto y, ¿qué pasó?

—MB: Me llamó, nos encontramos y empezamos una conversación y todo se fue desarrollando de una manera muy bien, en sintonía. Me venía a ofrecer un personaje, el protagónico de una película, no siempre pasa una cosa así, después te gusta el libro o conoces más a la persona y te puede gustar, pero, no sé, todo se deslizó bien, el libro me encantó. Tenía situaciones muy difíciles y muy riesgosas y lo iba a hacer con mi hija, que es actriz, es hermoso. Y además la temática que a mí me atraviesa, porque tenía que ver con el paso del tiempo para todas las mujeres, pero para una actriz tiene una particularidad más. O sea, hay algo de la belleza de la imagen en el cine, que si bien ha cambiado ahora las mujeres y los hombres son como más reales, más como aparecen en la vida cotidiana, los papeles van disminuyendo. Y a esta mujer justamente le ofrecen, ella es actriz, tiene una gran trayectoria, y le ofrecen hacer en teatro una obra muy mediocre, pero se encuentra ante la alternativa de que está sin trabajo y es doloroso este lo que le pasa. Y bueno, hay puntos de contacto y tener una hija también que se dedica a algo también el del orden de lo artístico, porque es escritora y le pide que le escriba una obra, que aproveche mi fama y así nos va bien a las dos.

—¿Qué fue lo más difícil de encarnar a cada uno de sus personajes?

—MB: La filmamos después de la pandemia y para mí, una vez que terminó la pandemia, salir a la calle y estar en el mundo y trabajar era como que me había olvidado cómo se hacían las cosas, había perdido pie y había perdido la referencia. No sabía si decirle a alguien una frase, si estaba diciéndola bien, no podía chequear qué es lo que yo hacía. Entonces, estaba muy perdida. Y, decía, justo me parece que este personaje tan hermoso y trabajar con mi hija, no sé, actuar y me veré como una interferencia en la película. Yo terminaba una escena y decía, esta me salió más o menos, o terminaba y pensaba: voy bien. Nunca sabía si estaba bien o estaba mal y por ahí te decía que estaba bien la directora, pero también los directores te alientan, o sea que no podía estar segura de lo que me decía. Bueno, eso me pasó. Y después, cuando la vi, la verdad es que quedé conforme y me sorprendió para bien, porque yo sufro en general cuando me veo y lo disfruté.

—AP: Para mí esta película suponía un desafío porque nunca tuve un papel tan importante en una película y tampoco había trabajado con tanta profundidad con mi mamá, que por suerte fue todo bien, pero podría haber sido dificultoso. Por otro lado, este papel es un papel que tiene una carga dramática, si bien hay humor, comedia, es un papel que por ahí, no se me ha visto trabajar en el cine con tanta carga dramática, por ahí se me vio más en comedia, o también en las redes. Entonces, para mí era un desafío encarar a Celeste, que por suerte fue un placer, gracias a Luz y a mi compañera colega, madre.

—Están estrenando película en medio de un contexto complicado, ¿cómo lo viven?

—AP: El hecho de estar estrenando una película me hace sentir muy afortunada. En esta realidad, me siento muy afortunada, se revaloriza el apoyo del INCAA, el hecho de que esta película haya podido ser realizada tiene que ver con que hubo apoyo del INCAA, también que la directora tuvo acceso a una educación pública en la ENERC. Entonces, nos hace pensar en lo que importa la educación pública para que muchas personas puedan contar sus historias y no sea solo el privilegio de unos pocos y lo importante que es la cultura, el cine, la cultura en general para la sociedad para que nos haga pensar. Así que sí, bien, me siento muy afortunada por poder estar estrenando esta película, también muy triste por la posibilidad de que eso deje de existir.

—MB: Bueno, la situación es, para mí, aterradora. Ayer estaba escuchando algo de nuestro Presidente que este que daba cuenta como de una forma burlona, de cómo hablaba de la cultura, como si tuviera algo personal y estoy muy temerosa por lo que pueda pasar. Como decía ella estoy, me siento afortunada que después de todo lo que tuvimos trabajando con la película y de los sueños de poder hacer esta película no hubiéramos podido estrenar, pero eso es una anécdota por frente al tema que me estás preguntando. Porque una vez que se avanzó en la destrucción podés mejorar un poco, pero si queda algo, entonces me resulta muy difícil ser optimista pensar y sentir que esto se va a revertir. Bueno, a lo mejor mucho más adelante, pero estoy muy triste y muy enojada.

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