Fabián Schultz, del uniforme al hit Chica latina

En diálogo con este medio, el intérprete, conocido mediáticamente como “oficial Schultz”, recordó su salto a la fama y habló de su presente artístico

Hace 17 años, el argentino Fabián Schultz se consagró como ganador del Festival Latinoamericano de California y, dentro del mismo certamen, obtuvo el premio de oro al mejor intérprete, gracias a Chica latina, una canción de su autoría. 

Tiempo después, y de vuelta en la Argentina, el artista cobró notoriedad pública por los galardones obtenidos en Estados Unidos, por su divertido hit  y porque, en ese entonces, se desempeñaba como policía. Por tal motivo, Fabián era presentado en los programas televisivos como “el oficial Schultz”, apodo, que sumado a su carisma, le hizo ganarse el corazón de la gente y con el cual obtuvo una popularidad impensada. 

Tras el surgimiento de propuestas laborales, tanto en la Argentina como en el exterior, y por la intensa vorágine mediática vivida, el cantante renunció a las fuerzas de seguridad para dedicarse a tiempo completo a la música. En ese contexto, también estudió Relaciones Públicas, carrera que ejerce en la actualidad mientras produce su cuarto material de estudio. En una charla con este medio, el multifacético hombre se expresó sobre su costado artístico y su actualidad laboral.

—¿Cómo fue el momento en que quisiste dedicarte a la música por completo ? 

—Antes de dejar mi empleo en la Policía, alternaba entre ambas ocupaciones, entonces pedía una licencia cuando viajaba al exterior. En un momento, llegó una propuesta firme de trabajo en Estados Unidos, por lo que tomé una licencia sin goce de sueldo durante un año. Luego renuncié, ya que me instalé en Miami, e iba y venía todo el tiempo. 

—Lograste un mayor éxito en el exterior que en el país, ¿por qué creés que se dio este fenómeno?

—Lamentablemente, el dicho “nadie es profeta en su tierra” es cierto. Tuve el orgullo de que seleccionaran el tema musical que llevé al exterior, sin el respaldo de una discográfica, y de que me valoraran como cantante. Luego, vino el impacto en la Argentina, donde me tomaron como un personaje policía-cantante, de lo cual no puedo renegar. Sin embargo, estuve al filo de que la gente me rechazara, porque cuando me lancé ocurrió la masacre de Ramallo y la imagen de la Policía Bonaerense no era buena. Las generalizaciones no se pueden evitar. Fue un riesgo que tomé. El público y los medios me recibieron bien, les debo todo lo que soy. 

—Cuando lanzaste Chica latina predominaba la cumbia villera, ¿creés que tu debut se dio en el contexto equivocado?

—Hay público para todo, sino solo se venderían los discos de Luis Miguel. Pero quise cantar temas positivos, románticos, pop o caribeños. Me manejé con productoras independientes y tuve la libertad de elegir aquello con lo que me sentía identificado.

—En la era digital aumenta el flujo de información y, a veces, se difunden noticias que son falsas. En tu caso, Guido Kaczka hizo un comentario poco oportuno, ¿se retractó o te pidió disculpas?

—Cuando afirmó en su programa que yo estaba muerto, no dijo que lo suponía, sino que lo aseguró, a pesar de que un productor detrás de cámara negaba sus dichos. No tuve la oportunidad de verlo en directo porque no me interesa. En ese momento, estaba grabando y tenía el celular apagado. A raíz de sus dichos, la gente se preocupó y me envió mensajes por Facebook y Twitter. Además, mis familiares llamaron a mi madre y le comunicaron lo que había dicho Guido. Ella se descompuso y debió ser asistida.Tiempo después, durante una entrevista, Kaczka fue indagado sobre el falso rumor y dijo que se había confundido de persona, pero jamás me llamó para disculparse. Estoy convencido de que quienes trabajan en los medios deben medir sus palabras. Deseo lo ideal, pero nunca hay que pedirle peras al olmo. 

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