entrevista
Fernando Spiner: “Nuestra industria ha sido destruida”
El realizador regresa a la pantalla grande con un relato sobre la amistad, los recuerdos y, claro, el mar.
Weser es la nueva película de Fernando Spiner en donde indaga, una vez más, sobre el pasado, el presente y el futuro, entregando una segunda parte de su trilogía iniciada en La Boya. Hablamos con él sobre la película.
—¿Cómo estás viviendo con que empiece Weser y llegue a los cines?
—Con mucha alegría, es como sucede en general con todo el cine argentino, son proyectos que llevan muchos años de trabajo, mucho esfuerzo, mucho esfuerzo personal y de todo el grupo con el que hacemos las películas, así que disfrutando mucho de cerrar el ciclo y poder compartir la película con los espectadores, así que muy feliz.
—Con La Boya tuviste un gran éxito, fue un boca a boca, empezó en festivales, después siguió circulando, acá se suma una nueva entrega de esta trilogía, ¿daba vértigo después de haber visto todo lo que pasó seguir avanzando?
—Decididamente, de hecho dudé mucho de si correspondía continuar, pero bueno, esta no es una segunda parte, sino que es otra película en sí, que toma algunos tópicos de La Boya y claramente la continúa, pero sí, daba miedo, pero a la vez a mí me gustan mucho los riesgos y cada película es un nuevo desafío y está bien que sea así, así que estoy feliz de haber podido compartir con mi gran amigo, poeta, de mi pueblo, de Villa Gesell, una nueva aventura creativa.
—¿Cómo se vive este momento de crisis del cine, de la cultura y demás? Digo, habiendo recorrido todo un camino presentando una película en un momento en donde es hasta difícil llegar a las salas.
—Bueno, las sensaciones son encontradas. La alegría de estar presentando una película y compartirla con el público y la tristeza de que nuestra industria ha sido destruida, que se pasó de hacer 150 películas a no hacer ninguna y que estamos viviendo un momento de crisis económica, social, personal, humana, muy grande, cultural, muy grande y a la vez resistiendo, resistiendo con alegría, resistiendo con alegría, orgullo y el privilegio, soy consciente del privilegio de estar presentando una película en la que vengo trabajando hace tres años y que me ha sostenido, ha sido mi boya, digamos, en esta coyuntura tan difícil tener algo que te apasiona y un proyecto, aún con todas las dificultades, es lo que me salva.
—¿El paso por Mar de Plata, cómo fue?
—Todas mis películas pasaron por Mar de Plata y en dos años en competencia internacional con premios y el inicio de un recorrido. Así que tengo mucho cariño por el festival. Un poco por eso también acepté ir. Y quise ir porque es nuestro gran festival de cine, tenemos que apoyarlo. Y estos quienes están ahora gestionando el país pasarán y vendrán otros.
