Guillermo del Toro y David Lynch, los favoritos de Mar del Plata

El festival de cine más importante de Latinoamérica tuvo su primera jornada completa, en la que la magia y la fantasía se llevaron todos los aplausos

"Quisiera estar ahí con ustedes en Mar del Plata, pero ya que no estoy espero que les guste esta película que es un homenaje al cine y el amor”, expresó el cineasta mexicano Guillermo del Toro desde la pantalla del cine Ambassador, antes del estreno en el festival de La forma del agua, su nueva aventura cinematográfica, que si bien no compite en Mar del Plata seguramente estará entre las favoritas para recibir nominaciones a los próximos Premios Óscar. El público le dedicó un aplauso cerrado al filme, e incluso tuvo que frenar para secarse las lágrimas de emoción que provocó la, hasta ahora, mejor película del realizador.

El otro protagonista de la jornada del sábado fue el gran director David Lynch, quien fue invitado al festival por parte de la organización, aunque sus compromisos le impidieron presentarse en estas latitudes. Sin embargo, a los fanáticos no les importó mucho, ya que quedaron felices luego de haber llenado el Salón Recova del Hotel Provincial para el debate que realizaron los críticos españoles Álvaro Arroba y Fernando Ganzo, quienes pusieron el foco sobre el final que tuvo la nueva temporada de Twin Peaks, la clásica serie del cineasta. Además, en la noche fría de Mar del Plata, también se agotaron las entradas para la proyección restaurada de Fuego camina conmigo, la película que funciona como precuela de la ficción que Lynch, junto con su colega Mark Frost, volvieron a poner al aire en 2017, tal como habían prometido 25 años atrás.  

Polémica por una intervención artística

El artista argentino Marcos López causó revuelo en “La Feliz” al ponerle un salvavidas con forma de pato a uno de los legendarios lobos marinos que se encuentran antes de bajar a la playa Bristol, algo que no causó mucha gracia entre los marplatenses. López explicó qué fue lo que quiso hacer, al decir: “A mí como artista me interesa la cultura popular y la obviedad discursiva. Es como un homenaje al lobo, en diálogo amistoso con el pato inflable”. 

Este no fue el único detalle que alteró el desarrollo del festival. El viento, un gran protagonista desde el inicio del certamen, derribó una estructura que estaba cerca del monumento antes citado. Por suerte no hubo que lamentar heridos.

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